Ali Mamluk
JEFE DE SEGURIDAD NACIONAL SIRIA
La justicia francesa ha emitido una orden de detención internacional sobre Ali Mamluk, responsable del aparato de seguridad, y otros dos altos cargos sirios por su supuesta implicación en la desaparición y muerte de dos francosirios.
La justicia francesa ha emitido una orden de detención internacional contra tres altos cargos del régimen sirio, sospechosos de estar implicados en la desaparición de dos ciudadanos franco-sirios.
Según lo dictado por la Fiscalía de París, el escrito de la orden les acusa de “complicidad en actos de tortura”, “complicidad en desapariciones forzadas” y “complicidad en crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y delitos de guerra”, según informó el diario Le Monde.
Entre los buscados está Ali Mamluk, jefe de seguridad nacional y uno de los consejeros más veteranos del presidente Bashar el Asad. A diferencia de otros altos cargos del régimen, este general de 72 años suele viajar al extranjero para llevar a cabo operaciones de diplomacia secretas.
Le sigue Yamil Hasan, jefe de la inteligencia de la fuerza aérea, la rama más temida del aparato de seguridad. Sobre él pesa otra orden de detención emitida por Alemania y se le considera uno de los principales arquitectos de la represión siria.
El tercero es quien ha estado más sobre el terreno. Es Abdelsalam Mahmud, jefe de la rama de Bab Tuma, un barrio de Damasco, en la inteligencia de la fuerza aérea. De él depende el centro de detención del aeropuerto militar de Mezeh.
Las órdenes de detención se enmarcan en una gran investigación llamada César, el pseudónimo de un fotógrafo de la policía militar siria que huyó del país en el 2013 llevándose 55.000 fotografías de cadáveres de prisioneros muertos de hambre, de enfermedad o de tortura en las cárceles de El Asad entre el 2011 y el 2013. Gracias a estas fotos se puso en marcha una investigación sobre la desaparición de dos ciudadanos franco-sirios, un padre y un hijo llamados Mazen y Patrick Dabbagh, que fueron detenidos en noviembre del 2013 por agentes de los servicios de inteligencia de las Fuerzas Aéreas sirias. Mazen, de 57 años, era el consejero principal de educación en el liceo francés de la capital. Patrick, de 20 años, era estudiante en la facultad de Letras.
En agosto, tras años de silencio, el régimen hizo pública la muerte “por paro cardiaco” de ambos, en una actualización del registro civil que sacó a la luz la muerte de cientos de prisioneros que estaban desaparecidos. La familia Dabbagh tiene documentos que indican que Patrick murió en enero del 2014 y Mazen en noviembre del 2017.
Varios países europeos –como Países Bajos, Reino Unido o Alemania– han señalado a responsables del régimen sirio, pero es la primera vez que la justicia francesa da ese paso.