Una oración por el presidente y el muro
“Rezo por Trump”, se lee en la camiseta de Jane, una enfermera de unos 55 años de Cleveland. “Y lo hago, claro que lo hago. Por él y por su familia, por su seguridad”, explica esta simpatizante “de primera hora” del líder republicano que no ve ningún conflicto entre la agenda del presidente Donald Trump con los inmigrantes, su retórica o su disipada vida personal y sus creencias cristianas. No es la única en el centro de congresos de Cleveland que, antes de que Trump ofrezca uno de sus últimos mítines de campaña, reza por el presidente. “Oh, Señor, ayúdale a acabar con los altares del aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo”, rezan las oraciones que un grupo de mujeres reparte por las mesas en las que los simpatizantes trumpistas cogen energías antes de escuchar a su líder. “Señor, da al presidente Trump la sabiduría y el personal necesario para reconstruir nuestras ciudades e infraestructuras, para construir el muro en la frontera sur”, pide. “Que dedique el dinero que antes iba a reconstruir otros países a reconstruir nuestras carreteras, puentes y suburbios”, prosigue. “Te rogamos señor, que asistas al presidente para reconstruir nuestra comunidad militar y de espionaje en la mejor que jamás hemos tenido”, prosigue la oración, un buen resumen del matrimonio de conveniencia que en el 2016 unió a los cristianos evangélicos con Donald Trump. Hoy renovarán sus votos.