PP, Cs y Vox compiten en su ofensiva antiindependentista contra Sánchez
El Gobierno acusa a las derechas de instigar un “clima de crispación artificial”
La derecha española, desde la más templada hasta la más extrema, encontró en los apoyos que requirió Pedro Sánchez para llegar a la Moncloa –y ahora para mantener con vida su mandato– el mejor lema de combate: “¡España está en manos de terroristas y separatistas!”. Ahora, además, el PP, Ciudadanos y Vox libran una dura pugna por disputarse todo el espectro ideológico de la derecha. Y a la reacción ante el “golpe de Estado” que consideran que se sigue perpetrando en Catalunya, con la connivencia del presidente del Gobierno, suman los incidentes del pasado domingo en Alsasua como nuevo revulsivo para pisar aún más a fondo el acelerador. Además, la inminencia de la campaña electoral andaluza añade virulencia a los posicionamientos. Los partidos que lideran Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal se atropellan así en la competición por movilizarse, en las calles y las instituciones, contra Sánchez y el independentismo, en defensa de la Constitución y de la unidad de España.
Para el PP, no obstante, “lo importante no es acaparar titulares o llenar una plaza”, advirtió ayer su secretario general, Teodoro García Egea. “Lo que los españoles nos piden no es ir por separado, sino que los partidos constitucionalistas vayamos juntos”, aseguró. Con una unidad de acción que pretender liderar. Por eso, el presidente del PP, Pablo Casado, convocará el miércoles de la próxima semana, 14 de noviembre, a todos los “partidos constitucionalistas, para trazar las líneas comunes de actuación en defensa de la Constitución, la igualdad de todos los españoles y la unidad de España”. Una cita con la que el PP quiere presionar a Sánchez para que opte en sumarse a este frente común o, en cambio, seguir dando “bandazos con secesionistas y populistas”. Ahora bien, el PP excluye de antemano al PSOE de esta reunión. Sólo se dirigirá a Cs, y a sus aliados electorales de Unión del Pueblo Navarro y Foro Asturias. Tampoco a Vox, al no tener, al menos por ahora, representación parlamentaria. “El PP, como líder de la oposición y principal partido de España, va a convocar en torno a una mesa a aquel que quiera defender la unidad de España, no sólo en la calle sino también en las instituciones”, anunció García Egea.
Esta fue la respuesta del PP al anuncio que hizo la víspera desde Alsasua el líder de Cs, Albert Rivera, de convocar un nuevo acto de la plataforma España Ciudadana, esta vez en Madrid, el próximo 25 de noviembre, para protestar ya contra el indulto a los líderes independentistas
que aún no han sido ni juzgados. Rivera lo justifica en la callada por respuesta que le dio Sánchez, cuando le instó en el Congreso a que se comprometiera a no indultar a los políticos separatistas. “No se puede ser presidente del Gobierno sin decir a los españoles si quiere uno saltarse una decisión judicial y privilegiar y dar impunidad a los que han intentado liquidar España”, advirtió. Rivera llevará esta ofensiva contra los indultos, además, a todos los parlamentos autonómicos donde Cs tiene representación.
El presidente de Vox, Santiago Abascal, no se quiso quedar atrás, y ayer también anunció la convocatoria de una movilización por parte de la plataforma España Viva, el próximo 1 de diciembre también en Madrid, igualmente contra la “impunidad” de los líderes independentistas y para evitar que Sánchez negocie su indulto con Quim Torra. Abascal invitó a Casado y a Rivera a sumarse a esta concentración.
El Gobierno, en medio de esta frenética competición, denunció ayer que la derecha “está intentando crear, de modo artificial y claramente intencionado, un clima de tensión y crispación”. Así lo criticó el ministro de Fomento y secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, que advirtió de que “no hay una situación tan tensa, tan dura y tan de crisis como algunos quieren plantear”. “La derecha sí tiene un problema de disgregación y de falta de proyecto político, y por eso no lleva adelante ningún debate en las instituciones sino que trata de llevar la tensión a la calle”, lamentó. En el Gobierno y el PSOE consideran que la derecha no se está movilizando por amor a la patria y en defensa de la Constitución, sino con el único objetivo de abatir a Sánchez, además de para tapar el ingreso en prisión de Rodrigo Rato o los comprometedores audios de María Dolores de Cospedal. “Pero el Gobierno tiene muy claro que su obligación es gobernar y dar estabilidad a España”, replicó Ábalos. Y por eso Sánchez pretende “agotar la legislatura” y, si puede, “seguir gobernando después este país”.
El ministro lamentó el “campeonato” en el que están inmersos PP, Cs y Vox. “¿Y se hacen llamar constitucionalistas? Con esa actitud no habría habido Constitución en España”, denunció. Ante la polémica desatada por los incidentes de Alsasua, criticó “a los que se apropian del dolor ajeno en busca de réditos políticos”. “Lo que genera crispación es la voluntad de que haya crispación”, zanjó Ábalos.
Casado excluye de antemano al PSOE de la cita a la que convoca a los partidos constitucionalistas