Petición de penas
La Fiscalía del Tribunal Supremo ha presentado sus escritos de acusación contra los exlíderes independentistas, para los que solicita penas muy elevadas, de hasta 25 años para Junqueras, por el delito de rebelión. Por su parte, la Abogacía del Estado –con directrices del Gobierno o no– ha rebajado su petición al delito de sedición, con penas sensiblemente inferiores. Es evidente que con estas peticiones el mundo independentista coge oxígeno –del que ya casi carecía– para prolongar en el tiempo su discurso victimista y elevarlo a la plana mayor de sus reivindicaciones.
En cualquier caso, la acusación por rebelión, e incluso sedición, me parece absolutamente desproporcionada y jurídicamente reprobable en relación con los hechos enjuiciados. De igual manera, me parece desmesurada y difícilmente justificable la prisión preventiva en la que se hallan los líderes soberanistas desde hace más de un año.
Es incuestionable que los líderes catalanes encarcelados y encausados cometieron algunos delitos. Sin embargo, los responsables de aplicar justicia han de hacerlo con la mesura jurídicoprocesal propia de un Estado de derecho y atendiendo a las consecuencias reales de aquellas –y diré, nefastas– decisiones.
J.M. FERNÁNDEZ-ARROYO Barcelona