Lección magistral
Moving with Pina
Creación e interpretación: Cristiana Morganti Lugar y fecha: Temporada Alta, Teatre de Salt (3/XI/2018)
Fascinante, elegante, sabia, divertida y de verbo generoso y cálido. Qué fácilmente se convierte uno a la fe de Cristiana Morganti. Intérprete durante veinte años de la compañía de Pina Bausch, Morganti es italiana y su carácter expansivo no puede ser más contrario a la conocida introversión de la coreógrafa alemana (le encanta hablar y departir generosamente con el público a lo largo de los setenta minutos de la pieza), pero algo comparte con lo que cuenta de su maestra: la precisión. En el gesto, en cada paso y, en su caso, también en las palabras, tal como el sábado evidenciaban los sobretítulos, pese al aparente tono conversacional y espontáneo de su vivo italiano.
Moving with Pina es una magnífica clase sobre la forma de crear de Pina. Es una sencilla ponencia bailada; o sea, tal como reza el subtítulo, una “conferencia sobre la poesía, la técnica y la creatividad de Pina Bausch”. Ante el entusiasmo de Morganti por su maestra, los espectadores ejercemos igualmente de entusiastas. En dos ocasiones, incluso recurrió a un par de voluntarios: en un caso, para mostrarnos cómo lo que primero era una serie de gestos infantiles se convertían –con la simple adición de un espectador masculino observándola– en una provocadora secuencia de seducción, por el simple hecho de recontextualizar los movimientos (un procedimiento habitual de Pina, este del extrañamiento, dijo); y, en el segundo caso, para mostrar de qué forma simples gestos cotidianos devenían de pronto una secuencia de estilizada belleza formal: extraña y original, mientras no identificábamos su procedencia; pero sorprendente siempre, incluso cuando descubríamos que la imaginación no estaba en el hecho de crearlos, sino de reconocer su potencialidad, de fijar, articular y conectar como pasos esos primeros gestos aislados.
Con humor e inteligencia, Morganti analizaba secuencias, se pronunciaba sobre las razones del éxito de piezas como La consagración de la primavera y nos descubrió el punto de partida de algunas escenas de varios espectáculos, al tiempo que ilustraba con su experiencia personal las formas de composición y revisión continua de Pina. Siempre al servicio de un gesto honesto, verdadero, sentido. ¡Qué gran maestra es ella, también!