Las urnas constatan la división de EE.UU.
EE.UU. dirime en las urnas las grandes batallas culturales de la era Trump
Un grupo de votantes hace cola en Hillsboro, Virginia, para depositar su papeleta en las elecciones legislativas de mitad de mandato. Consulte los resultados en LaVanguardia.com.
“Yo he votado”. Millones de estadounidenses acudieron ayer a las urnas y se colgaron con orgullo en la solapa la pegatina que certifica que han ejercido su derecho al voto, un gesto que este año, más que nunca, es una declaración de intenciones sobre en qué país quieren vivir. El mundo entero está pendiente del desenlace de estas elecciones legislativas de mitad de mandato, primer indicador de si el trumpismo ha sido un episodio pasajero de la historia estadounidense o si, por el contrario, está aquí para quedarse y seguir alentando movimientos similares en otros lugares del planeta.
Estas son “las elecciones más importantes de nuestras vidas”, han coincidido en destacar tanto el presidente Donald Trump –ausente en las papeletas, omnipresente en la campaña– como su antecesor Barack Obama o sus respectivos partidos políticos. Está en juego mucho más que los 435 escaños de la Cámara de Representantes del Congreso, un tercio del centenar del Senado y 36 gobiernos estatales. Más allá de determinar cómo serán los dos próparecerán ximos años de la presidencia de Donald Trump, si tendrá o no las manos libres para continuar con su agenda política, de las urnas se espera un veredicto sobre el rumbo futuro de América.
La diversidad sin igual de los candidatos de estas midterm es un reflejo de los cambios demográficos y culturales que atraviesa el país. Al margen del reparto final de escaños, las caras del nuevo Congreso se sin duda mucho más que el actual a la sociedad a la que representan.
Se presentan más mujeres que nunca (tres de cada cuatro, en las filas demócratas). Una cifra récord de gais, lesbianas y transexuales. Menos varones blancos que en las últimas cuatro elecciones. Florida y Georgia, dos estados de la antigua Confederación de estados del sur, defensores del racismo, podrían elegir a su primer gobernador negro. La Cámara Baja del Congreso tendrá en breve su primera representante musulmana, hija de refugiados palestinos (quizás una más, natural de Somalia) y su primera nativa americana.
Las guerras culturales que afloraron durante la presidencia de Obama, un presidente negro y progresista, y llevaron a la Casa Blanca a Trump, su gran agitador, estaban ayer en las papeletas de las dos Américas. Dos países dentro de uno separados por su actitud hacia la aceleración de los cambios demográficos que afronta la sociedad, su concepto de la identidad nacional, los conflictos raciales, el papel del
DEMOGRAFÍA CAMBIANTE Los candidatos de las ‘midterm’ son los más diversos de la historia de Estados Unidos
EL MENSAJE DE LAS URNAS Las elecciones definirán el resto del mandato del magnate y el rumbo de América