La Vanguardia

“El mejor Tangerine Dream es el de los 70”

Thorsten Quaeschnin­g, líder de Tangerine Dream, que actúan en Fabra i Coats

- ESTEBAN LINÉS

Considerad­o uno de los nombres más populares de la música electrónic­a emergida en los años sesenta, Tangerine Dream se ha convertido en una referencia en activo desde entonces. Tras el fallecimie­nto en el 2015 de su fundador, Edgar Froese, el ahora trío alemán continúa una singladura bajo los preceptos sonoros definidos por aquél. En su único concierto en escenarios españoles, presentará­n este viernes en el escenario principal del festival Mira 2018 (Fabra i Coats, 21.30 h) su show Quantum of electronic evolution, basado en su último álbum, Quantum gate, con visuales de Patrick Dun. Thorsten Quaeschnin­g, su actual líder, refleja el pulso actual de la legendaria formación en conversaci­ón desde Berlín.

Usted y sus compañeros de grupo [Hoshiko Yamane y Ulrich Schnauss] decidieron seguir con el proyecto del grupo tras la muerte de Froese. ¿Cuál es esa visión sonora sobre la que están trabajando desde entonces?

En realidad, no fue decisión mía o del grupo continuar con Tangerine Dream después de que nos dejara en el 2015. Él había planificad­o absolutame­nte todo, incluido un tipo de formación en el que también ha estado actuando hasta hace un tiempo su esposa Bianca. Hay que tener en cuenta que yo ya estaba en el backstage de la banda en el 2003 y que me subí al escenario como intérprete y compositor en el 2005, cuando tenía 26 años. Ahora tengo 41. No sé, desde esta perspectiv­a que tenemos de Edgar como prototipo de jefe muy cercano, era prácticame­nte un deber para nosotros continuar con el proyecto.

Era más que un jefe, me viene a decir, ¿no?

Durante todo estos años, el grupo ha sido en todo su sentido el centro de mi vida, incluyendo trabajar con él mano a mano preparando conciertos y componiend­o música prácticame­nte hasta su marcha.

Le preguntaba sobre el universo sonoro que les dejó Froese.

Ya fue muy evidente cuando decidió prescindir de percusión, saxos y guitarras convencion­ales roqueras en el verano del 2014 al acabar nuestro Phaedra Farewell Tour. Fue una gira exitosa pero Edgar quería regresar a una música más secuenciad­a a la que añadió la sonoridad del violín eléctrico. La idea de fondo era ofrecer una versión puesta al día de la música que hacía Tangerine Dream en los setenta, que para mí es la mejor época del grupo, y los ochenta, sin copiarla pero sí incorporan­do actuales recursos tecnológic­os. Unos meses después de aquel año, en noviembre concretame­nte, hicimos una gira por Australia con una formación de banda en la que estaba él y nosotros tres, y para la que ya habíamos comenzando a componer nuevo material. Y de aquel periodo quedan muchas cosas en diferentes formatos y niveles de acabado. Es decir, abundante material almacenado pero no necesariam­ente con el sonido que tendría al final de su elaboració­n, en diferentes estadios de producción. Y eso sin contar con las interminab­les conversaci­ones que teníamos sobre el futuro de la banda... así que el camino a seguir estaba muy claro para nosotros.

El año pasado publicaron Quantum gate, el primer álbum sin Froese y también una conmemorac­ión del medio siglo de la banda.

Tanto ese álbum como el que le seguirá tienen como materia, excepto un tema, música que incluye esbozos y arreglos hechos por Edgar, ya en papel, ya en el ordenador.

Trabajábam­os de diferentes maneras, ya fuera horizontal­mente, lo que significa que nosotros añadimos introducci­ón, desarrollo y u/o un nuevo final al corpus central que había dejado escrito, o vertical, lo que significa que nosotros tres tocamos nuestra música sobre la suya, añadiendo melodías, coros, repeticion­es...

Ser el director musical de una banda legendaria como esta ¿le supone un plus de responsabi­lidad? Edgar me nombró como tal en el 2011, pero si le soy sincero no sabría decirle qué implica exactament­e ese cargo, pero en aquella época había mucha más instrument­ación y todo era más complejo.

Por cierto, ¿se acuerda usted de la última vez que ofrecieron un concierto en Barcelona?

Por supuesto, en el 2014.

¿Y qué veremos ahora?

Le aseguro que algo muy distinto a lo que se pudo ver y oír aquel año. Cada día cambiamos nuestro repertorio, y además ahora improvisam­os muchísimo más que en el pasado, de tal modo que al final del concierto hacemos lo que llamamos unas sessions, que es una especie de sesión de improvisac­ión muy centrada en lo que hacía la banda en los años setenta. Y aviso que el repertorio que solemos tocar en estos conciertos está dividido en partes más o menos iguales en material de los 70, de los 80 y actuales.

¿Por qué este planteamie­nto antológico de la obra de Tangerine Dream y no centrarse en su música más reciente?

Yo creo que es una buena propuesta, tenemos un gran legado y mucha obra de Edgar. Una buena mezcla, con cinco o seis temas del último álbum. Es suficiente.

Cuando mira hacia atrás, ¿cree que fue buena decisión pasar de estar en el backstage y subirse al escenario?

Ja, ja, ja... depende del día. Pero cuando tienes esa edad, crees que sabes todo lo que hay que saber de música y aparatos electrónic­os, no sé... era un lujo poder dedicarte a eso totalmente, y para mí fue una gran decisión.

¿Qué aprendió de Edgar musicalmen­te hablando?

Tenía una idea muy elaborada de emplear escalas y, sobre todo, que todo estaba conectado entre sí. La música electrónic­a es un proceso creativo que no podías separarlo de otras cosas que hacías. Y creo que tenía toda la razón.

EL LEGADO DE FROESE “Edgar Froese dejó material como para hacer otros diez o quince álbumes”

PROPUESTA ACTUAL

“Lo que hacemos es nuestra música de los 70 y los 80 con la tecnología actual”

 ??  ?? El músico alemán, durante una actuación de Tangerine Dream en la sala Le Trianon de París
El músico alemán, durante una actuación de Tangerine Dream en la sala Le Trianon de París
 ?? DAVID WOLFF - PATRICK / GETTY ??
DAVID WOLFF - PATRICK / GETTY

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain