El Mercat repasa la carrera de Meg Stuart, coreógrafa de la vulnerabilidad
La coreógrafa estadounidense Meg Stuart (Nueva Orleans, 1965), a la que se pudo ver en una ocasión en el Mercat de les Flors hace más de una década, vuelve esta semana al mismo espacio (de hoy al domingo) con cuatro solos de diferentes épocas, más la pieza Violet para cinco bailarines y la proyección de Before we go (Antes de irnos), una película íntima y delicada que rinde homenaje a la fragilidad humana y en la que aparece su pareja, que en aquella época sufría de parkinson y poco después falleció.
Fue en Bruselas donde esta influyente coreógrafa, recientemente galardonada con el León de Oro de la Bienal de Venecia por su trayectoria, se estableció y creó su compañía Damaged Goods en 1991, convirtiéndose en un referente de la danza contemporánea y desarrollando una muy particular forma de comunicarse basada en la vulnerabilidad.
“Tras mi experiencia en Nueva York, donde no podía dejar de trabajar en otros campos para ganarme la vida, la residencia artística en Bruselas me permitió dedicarme de lleno, explorar territorios, tener experiencias artísticas, establecer mi vocabulario”, asegura en conversación con este diario la artista, que en la actualidad reside en Berlín.
Su interés en explorar territorios inestables, estados físicos y emocionales, está presente en A evening of solo works, la pieza que se podrá ver hoy y mañana y que reúne los citados solos que Stuart ha estrenado en diferentes etapas de su carrera. El primero, XXX for Arlene and colleagues (1995) surgió como respuesta a un artículo “infame” de la crítica de The New Yorker Arlene Croce. También incluye la improvisación Atari, o Blanket lady (2012), que fue concebida como parte de una muestra sobre arte feminista y en la que Stuart presenta a una mujer irreverente que quiere que la miren.
Yesen Violet (2011) donde Stuart vuelve a los movimientos en estado puro tras una serie de obras más teatrales. “Me interesa que las artes se puedan contaminar y enriquecer entre ellas, pero creo en el poder del cuerpo y el movimiento. Es el poder del movimiento lo que me interesa”, concluye.