Los nombres del futuro

VICTOR Hugo escribió en Los miserables: “Intentar, desafiar, persistir, perseverar, ser fiel a sí mismo, pelear a brazo partido con el destino, dejar asombrada a la catástrofe cuando ve qué poco miedo nos da, ora enfrentarse al poder injusto y ora rebelarse contra la victoria ebria, resistir, plantar cara: ese es el ejemplo que necesitan los pueblos y la luz que los electriza”. Pedro Sánchez ha leído al dramaturgo francés y está dispuesto a resistir aunque finalmente no haya presupuestos. La hoja de ruta presidencial pasa por aprobar por decreto retoques a la prórroga de las cuentas, no romper con ERC y PDECat a fin de poder conseguir acuerdos puntuales en el Congreso y abordar la agenda catalana en la próxima legislatura. El principal problema es convencer a Podemos de que este es un camino a alguna parte. Mientras, la oposición va a repetir día tras otro que sin presupuestos la legislatura está acabada y lo que corresponde es poner las urnas.

Sánchez no es un político al que se tumbe fácilmente y eso lo saben perfectamente sus partidarios y sus adversarios. En el PSOE hay quien le aconseja convocar en febrero, antes de las municipales y las europeas, y coger con el paso cambiado a la oposición con sus disputas y al soberanismo con el juicio por el 1-O. Pero el presidente del Gobierno no siente angustia por el momento político, ya que cree que tiene margen de maniobra. Además, el enredo de la sentencia del Tribunal Supremo sobre el impuesto de actos jurídicos le ha permitido recuperar la iniciativa política, pues un decreto de la Moncloa obligará a que lo paguen los bancos y no los clientes.

El camino que tiene por delante el Gobierno socialista no es fácil, pero ya contaba con ello. Será complicado que llegue al 2020, pero intentará acercarse tanto como pueda a la fecha límite. También escribió Victor

Hugo que el futuro tiene muchos nombres y para los valientes es la oportunidad. Y aquí estamos, avanzando en mitad de la niebla.