Lydia Valentín
La campeona europea, mundial y olímpica consigue dos nuevos oros y un bronce
CAMPEONA DE HALTEROFILIA
La campeona Lydia Valentín (33), responsable del boom de la halterofilia en España, sigue coleccionando medallas y éxitos deportivos. Ayer obtuvo dos oros y un bronce en el Mundial que se celebra en Turkmenistán.
La leonesa se ha convertido en una tigresa. Lydia Valentín, de 33 años y enamorada del personaje de Hello Kitty, acrecienta su leyenda con cada competición. Ayer batió tres récords de España y obtuvo dos medallas de oro y un bronce en el Mundial de Asjabad, la capital de la exrepública soviética de Turkmenistán. El palmarés de esta levantadora es impresionante, pero casi tan importante como sus éxitos deportivos es su ejemplo. Se ha convertido en una fuente de inspiración para centenares de niñas en España, donde la halterofilia femenina vive una eclosión sin precedentes, sobre todo en Catalunya.
Lydia Valentín, natural de Ponferrada, ha aportado además un soplo de aire fresco, sin mácula de sospecha, a un deporte especialmente castigado por el dopaje. Aunque obtuvo el bronce olímpico en Río de Janeiro’2016, se tuvo que ir de sus dos Juegos anteriores sin subir al podio por las trampas de quienes la ganaron de forma sucia. Ya ha recibido la medalla de plata que debería haber obtenido en Pekin’2008, pero problemas burocráticos han retrasado la entrega del oro de Londres’2012, que también es suyo desde que se descubrió el engaño.
La catalana Noelia Caballero, del Club Halterofilia Molins de Rei y que ahora entrena en la residencia Blume de Madrid, es una de sus miles de admiradoras. Esta campeona júnior de España y campeona de Europa sub-17 tiene esta leyenda en su perfil de WhatsAssap: “Podrán quitarnos horas de sueño, pero nunca las ganas de soñar”. Su idolatrada Lydia ha optado por esta otra máxima: “Sentir que no existen límites”. Y ese es el resumen perfecto de lo que hace la tetracampeona mundial: romper límites y soñar.
La levantadora ya obtuvo un triplete histórico en el Mundial del año pasado, que se celebró en la localidad californiana de Anaheim. Entonces lo ganó todo, tres oros: uno en arrancada, otro en dos tiempos y el tercero en total olímpico (es decir, la suma del peso levantado en una modalidad y otra). Ayer se tuvo que conformar sólo con dos oros y un bronce porque un error en un intento en dos tiempos la relegó al tercer puesto. Sin embargo, su dominio en arrancada fue incontestable. Levantó 113 kilos y gracias a esa marca y a las anteriores, de 108 y 110 kilos, batió tres veces consecutivas el récord de España. Y aunque fue tercera en dos tiempos, levantó 136 kilos y eso le permitió obtener también el oro en peso olímpico, con un total de 249 kilos: los 113 de la arrancada y los 136 de la otra modalidad.
La extraordinaria actuación de Lydia Valentín se suma al bronce en arrancada del sevillano Josué Brachi. Es un éxito sin discusión porque en Asjabad se han dado cita todas las superpotencias de la halterofilia, una vez cumplidas las sanciones a que se hicieron acreedoras las federaciones de Rusia, Kazajistán, Armenia, Bielorrusia, Azerbayán, Ucrania, Moldavia, Turquía y China por sus positivos en los Juegos de Pekín y Londres. En la capital de Turkmenistán compite incluso Corea del Norte, ausente en Anaheim por razones políticas.
Y, por si fuera poco, las tres nuevas medallas de la tetracampeona mundial llegan en un peso que no es el suyo. En el anterior campeonato participó en la categoría de hasta 75 kilos, pero hace dos semanas tuvo molestias en los hombros y optó por competir en la categoría de hasta 81 kilos para no tener que perder masa muscular. Fue una apuesta muy arriesgada, pero no ha podido tener mejores resultados. “¿Cómo la ves?”, preguntaron hace días a Pablo, su amigo y representante. “Muy concentrada, sólo piensa en el Mundial”, respondió. Ayer, por fin, Kitty se liberó de la presión y rugió de felicidad.
LAS MEDALLAS
Un error en el primer intento de 136 kilos en arrancada impidió repetir los tres oros de Anaheim
LAS COMPLICACIONES
El éxito se ve acrecentado porque la campeona tuvo que subir de peso para recuperarse de una lesión
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