La cristiana Asia Bibi es excarcelada pero no puede salir de Pakistán
La cristiana pakistaní Asia Bibi, absuelta la semana pasada de un delito de blasfemia tras pasar ocho años en el corredor de la muerte, salió de prisión la madrugada del jueves y se encuentra en un “lugar seguro” pero no ha podido salir de Pakistán. El Ministerio de Exteriores del país afirmó que es una “ciudadana libre”, pero sólo podrá abandonar el país si el Tribunal Supremo rechaza el recurso presentado por un clérigo contra su absolución. “El Estado de Pakistán está protegiéndola (...) se encuentra en un lugar seguro”, declaró el portavoz del Ministerio, Mohamed Faisal. Varios medios habían informado que la cristiana había partido ya al extranjero.
La vida de Bibi corre un grave peligro en Pakistán debido a las amenazas de los extremistas islamistas, que rechazan la absolución dictada por el Tribunal Supremo. Tras anunciarse su liberación, unos 10.000 manifestantes recorrieron ayer Karachi, la gran ciudad del sur de Pakistán, al grito de: “Colgad a Asia”. “Podemos sacrificar nuestras vidas pero nunca cederemos sobre el honor del profeta”, dijo un orador desde la tribuna. Hay más manifestaciones convocadas hoy.
En los últimos días, el marido de Asia Bibi ha pedido ayuda, en dos mensajes de vídeo, a Estados Unidos, Reino Unido, Canadá o Italia para que concedan el asilo a su familia. El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, tuiteó el miércoles que hará “todo lo humanamente posible para garantizar un futuro a esta mujer”.
Bibi, una campesina de unos cincuenta años y madre de familia, fue denunciada en el 2009 por dos vecinas musulmanas tras discutirse por agua. La acusaron de haber insultado al profeta Mahoma, y la cristiana fue condenada a muerte en primera instancia en el 2010 y cuatro años después perdió una apelación en el Tribunal Superior de Lahore.
Casi inmediatamente tras su absolución, el 31 de octubre, estallaron protestas islamistas en varias ciudades organizadas por el partido religioso Tehreek-e-Labbaik Pakistán (TLP), que casi paralizaron el país durante tres días. El Gobierno se vio obligado a llegar a un acuerdo con el TLP y se comprometió a no interponerse al recurso del clérigo y a que los islamistas solicitasen ante la justicia la prohibición de salida del país de la cristiana.
“Les digo a todos los que aman al profeta que se mantengan en alerta. Si la promesa no se respeta y (Asia Bibi) es enviada al extranjero, entonces si Alá lo quiere, el movimiento que empezará será decisivo”, advirtió ayer uno de los líderes del TLP en un vídeo.
Saif-ul-Malook, abogado de la cristiana, salió de Pakistán durante el fin de semana y en una rueda de prensa en La Haya alertó sobre “las amenazas a la vida” de su defendida y explicó que él huyó a Holanda porque se convirtió en el “objetivo principal” de los radicales.