Las ciudades toman cartas ante las plataformas digitales
Barcelona acoge, del 12 al 15 de noviembre, la Sharing Cities Summit –una cumbre de ciudades de todo el mundo– para debatir los nuevos retos que plantea la economía de plataforma
Es lo mismo Airbnb, Uber, Cabify o Deliveroo que Wikipedia, Goteo, Som Mobilitat o La Teixidora? En la forma, puede parecerlo. En el fondo, no. Todas estas iniciativas forman parte de la denominada economía de plataforma (sharing economy), pero pueden adoptar modelos muy diversos con resultados muy diferentes. Uno de ellos es la economía de plataforma colaborativa, que tiene en cuenta aspectos como ser un modelo socialmente responsable, fomentar la gobernanza democrática y las políticas de conocimiento libre, apostar por tecnologías abiertas, y tener un impacto social y ambiental positivo.
Para hablar y debatir sobre estas nuevas realidades, del 12 al 15 de noviembre Barcelona acoge la Sharing Cities Summit, la cumbre internacional entre ciudades sobre economía de plataforma digital. Coorganizada por el Ayuntamiento de Barcelona y Dimmons –grupo de investigación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC)– el encuentro culminará con una Declaración de Ciudades Colaborativas. Este manifiesto surge de la urgencia que tienen las ciudades para desarrollar una estrategia conjunta que permita con- trolar los impactos negativos de este tipo de modelo en la vida y el desarrollo económico de las urbes, y, al tiempo, promocionar los modelos que sí son beneficiosos para las ciudades.
La cumbre, que coincide con la celebración del Smart City Expo World Congress, contará con la participación de los máximos representantes de 48 ciudades líderes, entre ellas Nueva York (que acogió el encuentro del año pasado ), Amsterdam (organizadora de la primera cumbre en 2016), Seúl, Milán, Berlín, París y Melbourne, entre otras. “La tercera edición de la Sharing Cities Summit ha tenido muy buena acogida, participan ciudades de todos los continentes y, debido al éxito, hemos tenido que cerrar la inscripción de más ciudades”, remarcan los organizadores.
UNA PLATAFORMA, DOS MODELOS
La economía de plataforma es una nueva forma de organizar y controlar el trabajo. Se define como una modalidad de producción y consumo entre grupos de personas que se gestiona por medio de una plataforma digital. Es una economía que crece de forma rápida y exponencial, principalmente en las ciudades, y se ha convertido en una de las principales prioridades de los gobiernos de todo el mundo porque puede presentar modelos completamente dispares. Un buen modelo es el que siguen las comunidades de
software libre o la Wikipedia, basado en la gobernanza compartida, el conocimiento abierto y la responsabilidad social. Algunas ciudades lo ven como una oportunidad para crear una economía urbana más inclusiva, participativa y diversa.
Asimismo, hay otro modelo –el de plataformas como Uber o Deliveroo, entre otras– que utiliza una tecnología cerrada, sigue una lógica extraccionista y genera controversias importantes (como la vivida recientemente con los taxis). Un elemento distintivo –y significativo– de los dos mo-
Barcelona es referencia mundial en modelos socialmente responsables de la economía de plataforma
delos es la política de datos. La de datos abiertos garantiza a las comunidades transparencia y acceso al valor que se ha generado en las interacciones de la plataforma. Otro elemento es el modelo de gobernanza, que plantea si son los mismos usuarios o es un inversor externo quien decide las reglas de la plataforma. La declaración que se quiere firmar en la Sharing Cities Summit propone una diferenciación entre los modelos de plataforma, en función del impacto que producen, y define el compromiso de las ciudades en las políticas de apoyo según se esta diferenciación.
UNA REALIDAD EN EXPANSIÓN
Las plataformas digitales pueden generar innovación y prosperidad económica, ofreciendo nuevas formas de interacción entre los ciudadanos para autoorganizarse según los valores que consideran importantes. A la vez, ofrecen oportunidades para la actividad económica de la ciudad, siempre que estén alineadas con los intereses de ésta. Estudios impulsados por el grupo de investigación Dimmons, de la UOC, han permitido desarrollar herramientas para diferenciar entre los diversos modelos de plataformas digitales e identificar el impacto que tienen sobre las urbes. Son datos que quedarán recogidos en el libro que se publica en ocasión de la cumbre Sharing Cities Summit: Ciudades colaborativas: una visión global de las po- líticas de economía de plataforma en las ciudades con un foco en Barcelona.
CIUDAD REFERENTE
Barcelona es una ciudad de referencia mundial en modelos socialmente responsables de la economía de plataformas, e impulsa las que tienen un impacto positivo a través del Comisionado de Economía Social, Desarrollo Local y Consumo. En la capital catalana hay iniciativas que trabajan con datos abiertos, como el Smart Citizen Kit, monitorización ambiental basada en sensores abiertos; Goteo, plataforma de
crowdfunding; Wikiloc, de compartición de mapas de rutas por la naturaleza; Mensakas, cooperativa de repartidores extrabajadores de Glovo y Deliveroo; Moodle, plataforma de materiales educativos abiertos; Guifi.net, la red de compartición de acceso a wireless más grande del mundo, o Decidim, una infraestructura abierta de democracia participativa de código libre.