El Betis supera en fútbol al Barça en el Camp Nou
El líder se desploma el día que vuelve Messi y la Liga se pone al rojo vivo
El sopapo al Barça fue de los que entran en los libros para no salir jamás de allí pese a lo apretado del marcador. Con una lección, el Betis sometió al campeón. El conjunto verdiblanco batió y perforó a un Barcelona descompuesto en un partido loco en el que los azulgrana fueron pasados por encima hasta el descanso y jugaron después a la ruleta rusa. Lo pagaron caro. El conjunto azulgrana no perdía en el Camp Nou desde el 10 de septiembre del 2016, ante el Alavés, aún en época de Luis Enrique. La derrota fue merecida, tanto como el triunfo bético, repleto de valentía. En el día que volvía Messi, que metió dos goles que no sirvieron para nada, el equipo bajó las revoluciones y eso, ante un rival que sabe manejar el cuero, es peligroso. El Barça se quemó y encima perdió a un exhausto Rakitic para el partido del Metropolitano por expulsión. El resbalón del Barcelona ha provocado que la Liga se apriete más por arriba. El campeonato está al rojo vivo.
El estado de felicidad barcelonista quedó golpeado. El equipo blaugrana y su público se las prometían felices, pese al comportamiento inaceptable de Dembélé, y Messi regresaba tres semanas después de lesionarse. El liderato, las buenas prestaciones en Milán y un rival que juega y deja jugar. Un panorama como para preparar las palmas para aplaudir. Pero los que lo hicieron a rabiar fueron los béticos.
Porque el repaso que los de Quique Setién le aplicaron al Barcelona en la primera mitad fue de los que se recuerdan. El Betis nunca engaña y se plantó en el Estadi a disputarle el balón al equipo blaugrana y a proyectarse en ataque con un mundo de espacios. Porque al Barça su presión del Giuseppe Meazza le duró apenas cinco minutos. Una puesta en materia en la que Messi remató mal un centro de Malcom y en la que Busquets disparó arriba.
A partir de ahí el Betis comenzó a sortear la desordenada presión blaugrana. Guardado, Carvalho, Lo Celso o Joaquín movieron la pelota con sencillez pero al mismo tiempo con verticalidad porque la separación entre líneas del Barcelona era brutal, un caramelo para futbolistas de la velocidad de Tello, fantástico empleándose como carrilero, y Júnior, un misil. En el Barça todas las miradas estaban puestas en el imán Messi. El regreso del faro provocó que los demás, consciente o inconscientemente, se descomprimieran. Como consecuencia de que el Betis estaba haciendo mejor las cosas el conjunto verdiblanco se avanzó. Tras un córner del Barça cogió con el pie cambiado al lento sistema defensivo y Carvalho filtró un pase hacia Júnior, que encaró a Sergi Roberto. El lateral no supo tapar el disparo de Júnior, que sorprendió a Ter Stegen. El alemán tampoco tuvo su día.
Por décima jornada seguida el Barça encajaba. Repetían nueve futbolistas del once ante el Inter y se veía a un líder con plomo en las piernas. El Betis estaba despierto y el gol le animó más. Tello con un disparo que forzó una intervención de Ter Stegen y Loren rozaron el segundo. En cambio, el Barcelona sólo olisqueó el empate en una falta que cazó Lenglet. La mano de Pau López fue estratosférica. Valverde juraba en arameo y más que lo haría con el 0-2. Tras una larga jugada del Betis el Barça apareció descolocado y Tello centró hacia Joaquín. El santo y seña bético puso su nombre al segundo de la tarde.
Aquello pintaba fatal. El Barça había perdido el rumbo y Busquets y Arthur intervenían menos que de costumbre. El partido obligaba al líder a un cambio radical y Valverde movió el banquillo. Entró Arturo Vidal por Arthur. El técnico renunciaba a cualquier control y se la jugaba a la tremenda. No le salió bien.
La entrada del chileno dio bríos al líder, que generó ocasiones. Vidal, Messi y Busquets se quedaron cerca del gol, que llegó con un penalti transformado por Leo tras derribo de Tello a Alba. Quedaba tiempo pero cada intento barcelonista fue contestado por un zarpazo del Betis. Los de Setién metieron el terce-
UN RIVAL MEJOR
El conjunto verdiblanco dio un repaso al Barcelona hasta el descanso con toque y verticalidad
A LA TREMENDA, TAMPOCO
En la segunda mitad los blaugrana, fatal sin balón, reaccionaron con brío, pero no fue suficiente
ro tras un tiro de Lo Celso que dobló las manos de Ter Stegen.
Aún le restó cuerda al Barcelona para recortar diferencias gracias a un gol de Vidal que por poco se anula. Munir arriesgó pasando en vez de chutando y estuvo cerca de dejar a su compañero en fuera de juego. Fue casi el último aliento del Barça. Rakitic vio la segunda amarilla y, con uno más, el Betis metió el cuarto. El tanto de Canales coronaba una actuación histórica de su equipo y decepcionante de este Barcelona que ofrece dos caras y que aún se acercaría con un gol al límite de Messi también revisado.
Grande en los días señalados e irregular en los cotidianos, el campeón desconcierta.