Solari se afianza en el Madrid con una goleada en Vigo
El Madrid gana con brillo del francés y otro penalti a lo Panenka de Ramos, pero acaba con tres lesionados
El Madrid sacó adelante su difícil salida a Balaídos, un estadio que no se le suele dar bien, gracias a una actuación de Benzema en modo crack. Como en Pilsen, el francés brilló, desequilibró el partido y dio una lección de fútbol. La victoria seguramente le valdrá a Solari para conservar el puesto, al menos de momento, aunque la decisión definitiva se tomará en las próximas horas. Los blancos se suman así al grupo de los beneficiados de la jorzema nada y encararán el parón de las selecciones con mucha más tranquilidad.
Cuatro partidos y cuatro victorias en distintas competiciones es el balance inmaculado del Madrid de Solari. Sin embargo, el fútbol todavía no le ha acompañado demasiado por más que en Vigo tuvo ratos bastante buenos. La diferencia fundamental con respecto al equipo de Lopetegui es la recuperación de la pegada. Si con el técnico vasco no había forma de meter un gol y todo eran desdichas, con Solari los goles se le descuelgan al Madrid una y otra vez, muchas veces no tanto como fruto de un juego coral sino por la calidad individual.
Sin embargo, el Madrid no acaba de despejar algunas dudas. Ante un Celta que se empleó con mucha dureza –Casemiro, Reguilón y Nacho terminaron lesionados–, los blancos volvieron a ofrecer muchas lagunas defensivas y fueron incapaces de cerrar el duelo hasta el gol de penalti de Ramos, a diez minutos del final.
El partido fue de ritmo vivo y sin un dominador claro. El Madrid tuvo más posesión, pero el Celta siempre parecía dispuesto a levantarse porque los visitantes no acababan nunca de darles el empujón definitivo.
Solari estableció en Vigo muy claramente qué jugadores son sus pretorianos. Lucas Vázquez, Ben- y Bale son sus tres hombres de confianza arriba; por detrás, Modric recuperó la titularidad en un trío junto a Casemiro y Kroos. Si hay tres damnificados claros del argentino son Keylor Navas, Isco y Asensio. El balear entró mediado el segundo tiempo cuando el equipo se tuvo que rehacer por las lesiones y Lucas Vázquez acabó de lateral izquierdo. Dani Ceballos fue el recambio natural por Casemiro.
A diferencia de casi siempre, el Madrid comenzó bastante enchufado. El inicio del partido fue un intercambio de golpes del que los visitantes sacaron partido antes gracias a un gran pase de Modric que Benzema cazó en un gran control y tras un reverso colocó el balón lejos de Sergio.
El golazo animó al Madrid. Pudo marcar el segundo en otro jugadón de Benzema, que entregó el gol en bandeja a Kroos, pero el alemán, de habitual buen toque, golpeó mal el balón y este se le fue por encima del travesaño.
A un minuto del descanso el Ma- drid perdió por lesión a Reguilón. Ya antes se había tenido que retirar Casemiro, por lo que la segunda parte empezó con un Madrid dominador pero al que sólo le quedaba un cambio.
El recital de Benzema prosiguió con un remate suyo a travesaño y otro gol fabricado por él tras un robo de Odriozola, un regate en el área y otro lanzamiento al palo que entró tras rebotar en Cabral.
Podría pensarse que el 0-2 mataba el partido a falta de 25 minutos, pero la nueva lesión, esta vez de Nacho, llevó al Madrid a a zozobra. Sin nada que perder, el Celta se fue adelante y Mallo logró enseguida el 1-2. Atacó mucho el Celta y Courtois tuvo que emplearse a fondo para evitar el 2-2.
La arremetida de los locales disminuyó con el paso de los minutos por falta de fuerza, y el Madrid encontró el gol de la tranquilidad en un penalti de Juncá a Odriozola que Ramos ejecutó a lo Panenka, como el último que había tirado la semana pasada, en un alarde de sangre fría.
Ni con el 1-3 el partido cobró sosiego. Con el Celta hundido, Ceballos encontró pasillo para marcar el 1-4 en un cañonazo por la escuadra y Brais puso el definitivo 2-4 en el añadido. Este Madrid es pólvora arriba y un agujero negro detrás. Veremos si eso le basta a Solari para firmar su nuevo contrato.
EL PARTE Y EL RENDIMIENTO Casemiro, Reguilón y Nacho no pudieron acabar el partido por lesión, pero el equipo madridista mejora