Críticas a Cosidó por alardear de controlar el Supremo
El senador del PP dice que vigilan la Sala Segunda “desde detrás”
Una imprudencia. Así califican hasta en las filas del PP el mensaje del portavoz del grupo popular en el Senado en el que se jacta de poder controlar la Sala Segunda del Tribunal Supremo, que juzgará el caso del 1-O, merced al reparto alcanzado con el PSOE de los vocales del Consejo General del Poder Judicial.
Cosidó fue objeto de un aluvión de críticas después de que trascendieran sus palabras, hasta el punto de que dos grupos pidieron su dimisión, Podemos y ERC.
El sábado el portavoz popular envió un mensaje a todos los senadores populares, a través de un grupo de WhatsApp. En este mensaje, divulgado por El Español, Cosidó defendía el acuerdo con el PSOE –que ha provocado un considerable malestar en el PP– y subrayaba que los populares contarán con nueve vocales más el presidente, Manuel Marchena, a quien califica de “presidente excepcional”. “Prestigiará al Tribunal Supremo y el Consejo General de Poder Judicial, que falta le hace, con una capacidad de liderazgo y auctoritas para que las votaciones no sean 11-10 sino próximas al 21-0”. Y añadía que a la vez les permitiría controlar “la Sala Segunda desde detrás”. La Sala Segunda juzgará el caso del 1-O.
El mensaje provocó de inmediato un aluvión de críticas, en especial en los sectores afines al independentismo, que vieron en las palabras de Cosidó una nueva oportunidad para cuestionar al Poder Judicial español.
De inmediato, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, respondió en su cuenta de Twitter y reiteró que no habrá un juicio justo: “Este mensaje evidencia que en el Estado no hay independencia judicial, ni imparcialidad ni integridad”. Y añadió: “Es otra evidencia de que en el Estado español la justicia es un mercadeo entre el PSOE y el PP y de que el Estado de derecho y las libertades no están garantizadas para ningún ciudadano”.
En la misma línea, el presidente del PDECat, David Bonvehí, pidió “responsabilidades” al portavoz del PP en el Senado, a quien instó a asumir “que se ha pasado cuatro pueblos”, y afirmó, como Torra, que “este mensaje constituye una prueba más de que la justicia española está politizada”.
También pidió explicaciones Ciudadanos. Inés Arrimadas, apuntó al líder popular, Pablo Casado, y fue a él a quien exigió que explique “la pinza a tres”, en referencia a PSOE, PP y Podemos –a quien incluye en la negociación– “para intentar controlar el Tribunal Supremo y las sentencias que se dicten sobre su corrupción”.
Fueron Podemos y ERC los que dieron un paso más y exigieron la dimisión o el cese de Cosidó, y su renuncia al acta de senador.
La portavoz de ERC, Marta Vilalta, pidió el cese por “haber presumido” de controlar la Sala Segunda del Supremo “desde atrás”, lo que, a su juicio, refleja “la escandalosa falta de separación de poderes en Es- paña”. A su juicio ,“si estuviésemos en un Estado democrático, por dignidad democrática Cosidó ya habría presentado su dimisión, pero, cono no es el caso, le pedimos al PP que lo cese de forma inmediata”. Curiosamente desde el PSOE no se hicieron comentarios y sólo el PSC tachó de “fuera de lugar” cualquier intento para controlar el Supremo.
En la misma línea, el portavoz de la asociación de Juezas y Jueces para la Democracia, Ignacio González Vega, criticó el mensaje, que considera “demoledor para la necesaria apariencia de imparcialidad que tiene que tener el Supremo para afrontar el juicio”, en referencia a la vista oral por el 1-O.
A nadie le bastó que a primera hora el propio Cosidó pidiera disculpas por el lenguaje “coloquial” utilizado en el mensaje y por la redacción, “que no es la más afortunada”. Una redacción, dice que ha dado lugar a una “malinterpretación”.
Ayer no fue un buen día para Cosidó, ex director general de la Policía, ya que su nombre aparece también asociado a una trama que robó documentación a Bárcenas, algo que él también niega.
CESE
Podemos y ERC piden la dimisión del ex director general de la Policía
DISCULPAS POR UN WATSAP
El político del PP pide perdón por el lenguaje, pero dice que se le ha malinterpretado