Circuitos polémicos
El terrible accidente de una piloto de 17 años reaviva la leyenda de los circuitos urbanos
El espectacular accidente de la joven piloto alemana Sophia Flörsch en el gran premio de Fórmula 3 de Macao ha reavivado el debate sobre los circuitos urbanos, un formato cuyo recorrido estrecho de curvas reviradas aporta a las competiciones del motor tanta espectacularidad como peligro.
Viendo el accidente sólo se puede hablar de milagro. La piloto alemana de Fórmula 3 Sophia Flörsch, de tan sólo 17 años, perdió el control a la salida de una curva en el circuito urbano de Macao (China) y despegó como si hubiera utilizado una rampa de lanzamiento. El monoplaza voló literalmente a varios metros de altura, rompió las vallas protectoras y se estrelló contra el búnker de los fotógrafos. El suceso, en el que otro piloto y varias personas resultaron con heridas leves, se produjo el domingo, durante la celebración del que está considerado el Mundial oficioso de la F-3, en esta ex colonia portuguesa. Por increíble que parezca, la deportista –de la escudería holandesa Van Amerfoort– ni siquiera perdió la consciencia y sólo se fracturó una vértebra. Ayer la operaron durante once horas y el pronóstico es optimista: no le quedarán secuelas neurológicas ni pérdida grave de movilidad.
“Es un milagro: parece un accidente para matarse”, coincide Dani Juncadella, el único español que ha ganado el GP de Macao, en el 2011. Entre los campeones de la carrera hay otras estrellas que luego dieron el salto con éxito a la F-1, como Riccardo Patrese, Roberto Moreno, Ayrton Senna, Michael Schumacher, David Coulthard, Ralf Schumacher y Takuma Sato. El catalán Juncadella, de 27 años y que a los 13 ya competía en karting, corre ahora en el DTM, el campeonato alemán de turismos. Nadie puede explicar mejor que él lo ocurrido.
“La curva Lisboa, escenario del suceso, es la que exige la frenada más fuerte del circuito. Llegas después de tres rectas en las que se alcanzan los 280 km/h y has de bajar de sexta a primera, para realizar la trazada a 60 o 70 km/h. El piloto que iba delante de Sophia Flörsch frenó antes de tiempo. Ella, a su rebufo, intentó evitarlo, pero no pudo. La embestida rompió la suspensión delantera izquierda del monoplaza. ¿El resultado? La pérdida total de control y la imposibilidad de frenar”.
El presidente de la FIA, el francés Jean Todt, se ha comprometido a estudiar el caso “y tomar las medidas necesarias para que no se repita”. El accidente reavivará la polémica sobre la precocidad en los deportes de motor, pero una suma de factores así podría causar idéntico resultado en un deportista más experimentado.
La vértebra que se ha lesionado la piloto es la séptima y última de la columna cervical, un tramo muy flexible, en la unión de esta columna y la torácica, que es muy estable y una de las cuatro que forman la columna vertebral. “Estas lesiones son frecuentes entre pilotos, aunque según ha declarado la familia Flörsch al diario Der Spiegel, por fortuna no se ha visto afectada la médula”, explica el traumatólogo hispano alemán Johannes Glasbrenner, experto en medicina del deporte.
Dani Juncadella, un enamorado de Macao, afirma que este circuito reúne todas las medidas de seguridad. Y el accidente, agrega, demuestra el alto nivel de protección de los monoplazas. “Pero Macao es un circuito urbano y todos los pilotos saben que es más peligroso que otro convencional, y más cuando se alcanzan velocidades de hasta 280 km/h, más altas de las que se consiguen con la F-1 en Mónaco, por ejemplo”.
LA ESPERANZA
Pese la espectacularidad del impacto, la familia de la deportista asegura que no tendrá secuelas graves
EL DICTAMEN
Dani Juncadella, ganador del circuito macaense, dice que “los circuitos urbanos tienen un peligro extra”