SCEWC, una cita que bate récords
La Sharing Cities Summit 2018 acuerda una declaración de principios
La edición de 2018 del Smart City Expo World Congress (SCEWC), que se celebró en el recinto de Gran Vía de Fira de Barcelona del 13 al 15 de noviembre, superó todos los récords. El evento reunió a más de 700 ciudades de los cinco continentes, 844 expositores y más de 400 ponentes. En su octava edición, SCEWC superó los 21.000 asistentes, un 17% más que en 2017, con un 57% de presencia internacional. El SCEWC se celebró conjuntamente con Iwater, el salón sobre el ciclo integral del agua, Smart Mobility Congress, The Sharing Cities Summit, The C40 Talks y el Digital Future Society Forum, que congregó a los principales expertos en innovación urbana. Entre los galardones que se entregaron durante el salón destacan el Smart City 2018 que este año fue para la ciudad de Singapur por su proyecto Smart Nation que busca transformar la ciudad-estado asiática en un referente global de soluciones urbanas inteligentes.
Para el director general de Fira de Barcelona, Constantí Serrallonga, “año tras año, Smart City Expo World Congress supera sus registros y con ello refuerza su posicionamiento como el principal evento mundial sobre ciudades”. Serrallonga añadió que “este certamen unido a otros que han tenido lugar en el recinto de Gran Vía durante esta semana, entre ellos Iwater, contribuyen a posicionar Barcelona como ciudad que apuesta por la innovación y la tecnología al servicio de la calidad de vida urbana”. En conjunto, los eventos celebrados esa semana en el recinto de Gran Vía de Fira de Barcelona reunieron a más de 25.000 visitantes de 146 países y 970 empresas.
Por otra parte, la Sharing Cities Summit 2018 que se celebró en Barcelona entre el 12 y el 15 de noviembre, en el marco del Smart City Expo World Congress, congregó a 42 ciudades de todo el mundo como Ámsterdam, Barcelona, Lisboa, Madrid, Montreal, Nueva York, París, São Paulo, Seúl, Milán o Viena. Sus representantes trabajaron en la Declaración de Principios y Compromisos de las Ciudades Colaborativas para reivindicar la soberanía de las ciudades y hacer frente común para negociar con las grandes plataformas digitales que generan un impacto negativo en su actividad económica, como Airbnb o Uber. Las 42 ciudades acordaron diez principios, que ya han validado 31 de ellas.
DECLARACIÓN DE LAS ‘SHARING CITIES’
El primer teniente de alcalde de Economía y Trabajo, Ciudad Digital y Relaciones Internacionales, Gerardo Pisarello, destacó que esta alianza “supone un sindicalismo municipalista en defensa de la economía colaborativa”. Su objetivo es, según Pisarello, “que se oiga la voz de las ciudades y que trabajemos juntas para aprovechar las oportunidades en innovación que implican las plataformas digitales y la revolución tecnológica, pero también para regular las grandes plataformas globales que tienen impactos negativos en las ciudades”.
La Declaración de Barcelona reivindica la soberanía de las ciudades para entrar en negociaciones con las plataformas digitales. También reclama que se garanticen y respeten las normas locales y el marco legal existente, incluidas las normas fiscales que garanticen la igualdad de condiciones para todos. Las 42 ciudades proponen establecer marcos de negociación comunes ante las grandes plataformas, exigir transparencia en el uso de los datos, promover protocolos digitales para garantizar el cumplimiento del marco normativo de cada ciudad. También defienden la necesidad de compartir instrumentos, herramientas y mecanismos de inspección para ser más efectivos ante estos modelos y trabajar conjuntamente, como lobby, para promover los cambios normativos que sean necesarios a nivel nacional o europeo.
El mismo documento hace una serie de propuestas para regular la parte tecnológica y el uso que se hace de los datos, para garantizar la privacidad y los derechos de los usuarios de estas plataformas y fomentar que las ciudades tengan derecho a estos datos con el objetivo de hacer políticas públicas. Respecto al aspecto laboral, la declaración defiende la necesidad de modelos de contratación y de retribución a los trabajadores que sean justos e inclusivos para garantizar los derechos de los trabajadores y evitar la explotación laboral.
La declaración diferencia estas plataformas de otras que sí que tienen impactos positivos en la sociedad, que se basan en la economía colaborativa real y que son modelos de innovación que suponen una gran oportunidad para crear una economía urbana más inclusiva, participativa y diversa.
Durante los días de celebración del Sharing Cities Summit pasaron empresas que sí apuestan por la economía colaborativa, basadas en la relación entre iguales, como Home Exchange, de intercambio de casas, Wikiloc, con cuatro millones de usuarios en el mundo que comparten 10 millones de rutas de actividades en la naturaleza; o empresas de software libre y código abierto como Moodle, con 136 millones de usuarios en todo el mundo y que acaba de abrir oficina en Barcelona. La declaración se acompaña de un plan de acciones para implementar los principios consensuados durante el próximo año, que prevé establecer en Barcelona una oficina desde donde las ciudades podrán compartir información, estrategias y marcos de negociación comunes.