Rusia pierde la carrera para colocar un peón en la Interpol
El Kremlin critica la campaña de EE.UU. contra su candidato
En la partida de ajedrez de la nueva guerra fría actual, el interés de los principales jugadores es colocar sus piezas lo mejor posible. El general del Ministerio del Interior ruso Alexánder Prokopchuk, a quien desde Estados Unidos y Europa se acusa de actuar como peón del Kremlin, podría ser ahora mismo el nuevo presidente de la Interpol. Se le daba como favorito, pero la campaña iniciada contra él inclinó la balanza a favor del surcoreano Kim Jong Yang. Con esta elección, que se realizó ayer en Dubái, la policía criminal internacional sustituye al chino Meng Hongwei, detenido en su país con cargos de corrupción.
El Kremlin lamentó que el candidato ruso no lograse la elección. “La elección se desarrolló en una atmósfera de presión e injerencia sin precedentes. Las elecciones fueron difíciles”, se limitó a decir ayer Dimitri Peskov, portavoz del presidente de Rusia, Vladímir Putin. Pero se apresuró a señalar que no consideran que el resultado sea consecuencia de dicha presión.
Como presión, Peskov se refería a las opiniones que desde distintos ámbitos se han expresado en los últimos días contra el policía ruso.
Un grupo de senadores de EE.UU. publicó una carta abierta pidiendo votar en contra de Prokopchuk. Sería como poner al zorro al mando del gallinero, advirtieron. “Rusia abusa regularmente de la Interpol para ajustar cuentas con los opositores, los disidentes y los periodistas. Prokopchuk participó personalmente en esta estrategia”, decían los autores. Luego el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, anunció su apoyo al representante de Corea del Sur.
En Europa el exprimer ministro belga y eurodiputado Guy Verhofstadt sugirió que tras la elección de Prokopchuk habría que crear una organización paralela “de los países democráticos y libres”. Según él, “Rusia ha abusado constantemente de la Interpol para perseguir a sus oponentes políticos”. Ucrania y Lituania amenazaron con dejar la organización si el próximo presidente era ruso.
Desde Londres dos destacados críticos con el presidente ruso advirtieron que la elección del ruso supondría politizar la cooperación policial a través de las fronteras. El financiero Bill Browder, que una vez operó en Moscú el mayor fondo de Rusia, y el exoligarca Mijaíl Jodorkovski sostuvieron el martes que Moscú usaba la Interpol para atrapar a críticos como ellos.
Browder, principal impulsor de la lista Magnitski por la que EE.UU. ha impuesto sanciones a Rusia, ha sido arrestado siete veces (la última en España, a comienzos de año) por alertas lanzadas por Moscú a través de la Interpol. La policía internacional rescindió finalmente estas alertas al considerar que tenían motivos políticos. Desde la capital británica, ayer se felicitó por el rechazo a Prokopchuk. “El próximo paso es suspender a Rusia de la Interpol por abusar de las fichas rojas (alertas) con motivos políticos”, aseguró, citado por la BBC.
El presidente de la Interpol, un cargo sobre todo simbólico, es elegido por un periodo de cuatro años. Pero debido a la inesperada renuncia del anterior presidente, el surcoreano Kim Jong Yang, de 57 años, sólo estará en el cargo hasta el 2020, cuando terminaría el mandato del chino Meng Hongwei. Este desapareció en septiembre tras viajar a su país. Renunció al cargo por carta después de que las autoridades de Pekín dijeran que estaban investigándolo por presunto soborno. Prokopchuk seguirá siendo uno de los cuatro vicepresidentes de la organización, con sede en Lyon.
El nuevo presidente, el surcoreano Kim Jong Yang, sustituye a Meng Hongwei, detenido en China