Condena del franquismo en el Senado con abstención del PP
Los populares dicen que el PSOE le ha querido “meter el dedo en el ojo”
El pleno del Senado hizo ayer una “rotunda” condena del franquismo al aprobar una iniciativa del PSOE, apoyada por Unidos Podemos, ERC, PDECat, PNV y Bildu, con la abstención del PP –que tiene mayoría absoluta en la Cámara Alta–, Ciudadanos, Foro Asturias y UPN, lo que permitió que saliera adelante. Nadie votó en contra. La moción socialista condena también “cualquier acto de exaltación del franquismo” y respalda la decisión del Gobierno de exhumar el cadáver del general Franco del Valle de los Caídos.
El PP decidió ayer abstenerse después de que el PSOE rechazara la enmienda de sustitución que la formación de Pablo Casado había presentado al texto socialista, en la que suprimían cualquier alusión a la exhumación de Franco y pretendían que la referencia que hacía la moción a la ilegalización de organizaciones o fundaciones que exalten “el franquismo, el fascismo o el nazismo” añadiera “otras ideologías como el comunismo”.
El senador socialista Francesc Antich defendió la moción en la necesidad de revalidar y apoyar los valores fundamentales de la democracia y de condena del franquismo, y en apoyo del Gobierno para que reponga la dignidad de las víctimas y afronte “la perversión democrática que supone que Franco siga enterrado en el Valle de los Caídos”. Se trata también de que el Gobierno revise la ley de Memoria Histórica y que el real decreto para la exhumación del dictador se tramite como ley.
Los populares sabían que se estaba pendiente de su voto, ya que era la primera vez que bajo la dirección de Pablo Casado se les ponía a prueba en la condena del franquismo. Por eso explicó la posición de su grupo un senador de 32 años, Remigio Joel Delgado, que comenzó con una declaración de intenciones: “Condenamos la dictadura franquista, como no podía ser de otra manera, pero yo nací 11 años después. ¿Qué tengo que ver con eso?”. Es la postura en la que quiere mantenerse la dirección de Casado, se condena de palabra porque ellos no tienen nada que ver con esa época, pero no se va más allá, porque hay un sustrato de votantes provenientes del franquismo que no quieren perder. Por eso, por ejemplo, no apoyan la exhumación del cadáver de Franco.
Es más, ante esta tibia actitud, el senador socialista Tontxu Rodríguez colocó al PP al lado del franquismo, señalando que su enmienda “pesa más por lo que no dice que por lo que dice” y señaló que no acaban de repudiar el franquismo porque “hunden sus raíces biológicas y políticas en la camisa nueva, las banderas victoriosas y la España que empieza a amanecer”, en referencia a la letra del Cara al sol de la Falange.
Esta referencia provocó un gran malestar en los bancos del grupo popular, que incluso llegó a pensarse pasar de la abstención al no.Todo esto llevó al senador Carlos Aragonés a subrayar que el deseo del grupo popular era no rechazar ninguna moción que condenara una dictadura, pero indicó que el debate traslucía una política “de exclusión del rival”, con el principal objetivo, declaró, de “meter el dedo en el ojo al PP, en el 20 de noviembre”.
El portavoz popular atribuyó a los grupos que han apoyado la moción sobre el franquismo el propósito de “radicalizar el discurso y hacer frentepopulismo contra la derecha o el centro”, a la vez que advirtió que estas mociones “sólo contribuyen a un enrarecimiento del clima político y a echar sal en las heridas”.
Los socialistas subrayan que el partido de Casado “hunde raíces biológicas y políticas” en el régimen anterior