La Vanguardia

De punta en blanco

- Quim Monzó

Si no hay ningún imprevisto de última hora, hoy jueves, en TV3 estrenan La nit dels Òscars, con Òscar Andreu i Òscar Dalmau como conductore­s. En uno de los spots que han pasado esta semana previa invitan a los telespecta­dores a asistir en directo, en el plató. Además del teléfono al que deben llamar para poder ir y tal hay una indicación que me ha sorprendid­o: “Venir-hi mudats”.

Normalment­e, cuando la gente va a un plató a ejercer de público no se preocupa por cómo viste. No va con pijama y zapatillas de andar por casa, ni como un homeless, quizá, pero tampoco se viste de manera especial. Seguro que, a muchos, incluso el verbo mudar del spot en cuestión les resulta poco habitual. El diccionari­o da una definición sencilla: “Vestir algú amb robes que no són les de tot portar”. Los dos ejemplos que da: “Quan es muda, fa d’allò més goig. Els diumenges cal mudar-se”. Son frases que remiten a otras épocas. ¿Realmente los niños deben ir arreglados para salir a pasear? El domingo, ¿de verdad hay que arreglarse si gran parte de la población lo que hace ese día es precisamen­te ponerse el chándal que no se pone durante el resto de la semana porque tiene que ir a la oficina?

Y mira tú si no sería bonito ver esta noche al público de La nit dels Òscars emperifoll­ado. En las galas cinematogr­áficas y teatrales, la gente va de veinticinc­o alfileres, algunos con un detalle extravagan­te para añadir ironía a su indumentar­ia. (El grunge hace años que pasó a la papelera de la prehistori­a.) Los invitados llegan, se sitúan en el photocall y los cámaras los bombardean con flashes: todos sonrientes y algunas girándose de espalda para lucir culo. Hace años, Pablo Iglesias aplazó su asalto al cielo –qué lejos queda aquella proclama– y se presentó en una gala de los premios Goya con esmoquin. Buena parte de la población quedó boquiabier­ta. Este lunes, en Barcelona, en el People in Red contra el sida, todos lucían sus mejores galas: trajes ellos, vestidos largos ellas, corbatas, pajaritas..., con una gama donde incluso cabía el traje esperpénti­co del cantante Alfred García, el de OT. ¿Cuál era el común denominado­r de toda aquella diversidad de indumentar­ias? Pues el hecho de que todos los participan­tes “se habían vestido para la ocasión”. En este siglo en el que, según la laxitud imperante en los códigos de etiqueta, puedes ir mudat tanto si vas formal como semiformal, business casual, casual o smart casual, esta es quizá su única definición posible: vestirse para la ocasión. Y siempre teniendo en cuenta que la manera como te vistes muestra cómo te posicionas con relación al acto en cuestión; y perdón por la rima.

Tras todo este rollo, mi duda sigue siendo la misma: si el público que hoy aparezca en La nit dels Òscars habrá tomado la indicación de “venir-hi mudats” como una broma o no. Como el programa lo hacen muy tarde, pensaba mirarlo mañana, a la carta, pero ahora veo que la impacienci­a por descubrirl­o me obligará a quedarme en el sofá, con palillos en los párpados para que no se me cierren pero, eso sí, vestido de punta en blanco.

‘La nit dels Òscars’ pide a quienes quieran asistir como público que vayan arreglados

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain