Con la seguridad de los juguetes no se juega
Lllegan las fiestas de Navidad y Reyes y los juguetes vuelven a ser protagonistas. La Agencia Catalana del Consumo (ACC) lleva a cabo las actuaciones necesarias para garantizar que las empresas que producen, distribuyen o comercializan juguetes, cumplan la normativa de protección de los intereses generales de los consumidores. Precisamente, los juguetes -junto con el material eléctrico- son los productos sobre los que se realizan más actuaciones y en los que se producen más retiradas y más destrucciones de unidades.
Con el objetivo de velar por la seguridad de los juguetes, la ACC hace campañas de inspección durante todo el año y se recogen muestras de productos para analizarlos y verificar que sean seguros. En cuanto se tiene conocimiento del riesgo de un producto, se adoptan las medidas adecuadas y proporcionadas al nivel de riesgo: prohibición temporal de la comercialización, inmovilización cautelar, retirada del producto, comiso y destrucción, etc.
Por eso es importante concienciar a las personas consumidoras para que cuando compren un producto –especialmente juguetes o productos dirigidos a los niños–, lo hagan en establecimientos de confianza con productos bien etiquetados. Además, hay que conservar siempre los tiques y facturas por si hubiera que reclamar después.
CONSEJOS DE COMPRA Y DE USO. A la hora de elegir un juguete, la Agencia Catalana del Consumo aconseja fijarse en las posibles restricciones de edad, para elegir siempre productos apropiados para cada etapa y capacidades del niño; romper los estereotipos sexistas a la hora de elegir un juguete para un niño o una niña, y valorar los aspectos educativos, evitando los contenidos violentos.
Si se puede, elegir juguetes fabricados con materiales renovables como cartón o madera, que usualmente tienen un impacto ambiental más bajo en el proceso de fabricación.
En cuanto a la seguridad, hay que tener cuidado con los productos que tengan elementos pequeños que se puedan desmontar, ya que podrían tragárselos, o aquellos que tengan partes cortantes, especialmente si son para menores de 36 meses. Las pilas de los juguetes eléctricos deben quedar ocultas con una tapa segura que impida a los pequeños acceder a ella. Los productos para niños deben fabricarse con materiales de baja combustibilidad. Y es recomendable retirar los envoltorios (bolsas de plástico, etc.), ya que pueden provocar asfixia.
Una vez escogido el juguete, deben leerse y seguir las instrucciones del fabricante.
Al comprar juguetes, hay que fijarse en que el etiquetado contenga los datos mínimos obligatorios. En la etiqueta debe cons- tar el nombre y la marca del producto, la razón social y la dirección del responsable del juguete (fabricante, importador o vendedor). También debe tener la marca CE: significa que el juguete cumple las exigencias de seguridad contenidas en las normas comunitarias. Con esta marca, el fabricante declara que el producto cumple todos los requisitos aplicables a la seguridad y asume la plena responsabilidad. Por lo tanto, rechazamos los juguetes que no lo llevan.
Finalmente, la etiqueta del juguete debe incluir un número de lote, serie, modelo o cualquier otro elemento que permita su identificación, así como las instrucciones y advertencias de uso y restricciones de edad, si los hay . En caso de que el juguete presente restricciones de uso, deben advertir los posibles riesgos, así como la forma de evitarlos -por ejemplo, la necesidad de asegurarse de que el juguete se utiliza sólo bajo la supervisión de un adulto- y se indicarán aspectos como el rango de edad recomendada.
PRODUCTOS INSEGUROS
La red europea de alertas, llamada Rapex, tiene la finalidad de transmitir rápidamente cualquier información sobre la existencia de un riesgo relacionado con un producto, así como las medidas de restricción adoptadas entre los diversos organismos de consumo nacionales y del resto de países de la UE. El objetivo es garantizar un alto nivel de protección de la salud y de la seguridad de los consumidores. El punto de contacto de la red de alertas en Catalunya es la Agencia Catalana del Consumo.
El año 2017 la Agencia Catalana del Consumo publicó 143 alertas de productos inseguros, de las que 14 correspondían a juguetes. En cuanto a los productos alertados en el conjunto de la Unión Europea, en 2017 se publicaron 824 alertas de juguetes, el porcentaje más alto para productos alertados (un 28,3% del total, que fue de 2.912 alertas). En cuanto al origen de los juguetes alertadas, el 60% provenían de países asiáticos.
JUGUETES RETIRADOS
Gracias a la actuación de la ACC, durante el 2017 se retiraron del mercado un total de 5.853 juguetes por incumplimientos en el etiquetado y en los requisitos de seguridad, entre ellas disfraces y pelucas, juguetes magnéticos, juegos de experimentos químicos o productos dirigidos a menores de 36 meses.
Algunos de los riesgos que se detectan más habitualmente en los juguetes son la presencia de piezas pequeñas -o de partes que se pueden desprendre- en productos dirigidos a menores de 36 meses, con el consiguiente riesgo de asfixia; disfraces con lazos o cuerdas en la zona del cuello que pueden causar un estrangulamiento; juguetes con partes cortantes; pelucas que no están fabricadas con materiales de baja combustibilidad; juguetes eléctricos que no tienen las pilas en un espacio cerrado y no accesible para los niños o juegos que incorporan imanes pequeños, y con un flujo magnético alto, que pueden provocar perforaciones intestinales en caso de ingestión accidental.