Sánchez aborda la visita del Rey a Cuba en el 2019
Arranca el primer viaje a La Habana de un presidente en 32 años
El canciller cubano Bruno Rodríguez, en abril del 2017, entregó en mano durante su visita a Madrid una invitación formal para que el rey Felipe visitara la isla caribeña. Y también hubo la correspondiente invitación a Mariano Rajoy. El Gobierno del PP aseguró entonces que pensaba culminar estas visitas “lo antes posible”, antes en todo caso de que Raúl Castro cediera el testigo en el ejecutivo cubano. Y, pese a que todos los ministros de Exteriores del PP viajaron a la isla, finalmente Rajoy se echó atrás. Nunca fue. Tampoco el Rey visitó Cuba. Ahora bien, la nueva Administración de Miguel Díaz-Canel mantiene viva la oferta. “El Gobierno en España cambió, pero la invitación al Rey sigue vigente”, reiteran fuentes de la administración cubana. Pedro Sánchez aterrizó ayer por la tarde en La Habana, ya de noche en España, en el primer viaje de un presidente del Gobierno español en 32 años. Y, ya antes de que llegara, el objetivo de Díaz-Canel era poder cerrar la visita de los reyes de España el año que viene a la isla.
La ocasión tiene, a su vez, mucho simbolismo, ya que en noviembre del 2019 se conmemoran los 500 años de la fundación de La Habana. En la Moncloa, aun antes de que Sánchez aterrizara en la isla, no aseguran nada, pero tampoco descartan nada: “Veremos”, dicen. Ahora bien, los asesores de Sánchez corroboran que la celebración de la fundación de la capital cubana “pide a gritos una presencia española importante”. Por eso, también, aseguoficial, ran que no se podía retrasar más la visita del presidente del Gobierno a la isla.
Sería, de consumarse, también una ocasión histórica, como la de este primer viaje de Sánchez a Cuba. El rey emérito Juan Carlos acudió, en noviembre del 2016, al funeral de Fidel Castro. Pero en sus casi 40 años de reinado, don Juan Carlos sólo estuvo una vez en La Habana, durante la Cumbre Iberoamericana que se celebró en la isla en 1999, junto a José María Aznar. El expresidente del Gobierno, no obstante, nunca quiso viajar a la isla en una visita dado su duro enfrentamiento con Castro. Tampoco fue su sucesor, José Luis Rodríguez Zapatero, pese al empeño que entonces puso su ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Ni tampoco Mariano Rajoy. La recuperación de la relación política entre España y Cuba nunca acaba de lograrse, tras los incansables tiras y aflojas de los distintos gabinetes que se han sucedido. Y por eso, la visita de Sánchez tiene tanta trascendencia. Porque puede ser el principio de una nueva relación si no se frustra, como en ocasiones precedentes. Por lo pronto, Sánchez ya llegó más lejos que los tres presidentes que le antecedieron en el cargo.
El presidente español participó así, nada más llegar a la isla, en la tradicional ofrenda floral en el monumento a José Martí, en la plaza de la Revolución de La Habana. De allí se trasladó al palacio presidencial, donde celebró una reunión con Díaz-Canel. Primero, los dos solos. Para hablar, en confianza, “de todas las cosas”. Y luego ya la reunión se amplió con las respectivas delegaciones, tras lo que Sánchez y Díaz-Canel firmaron varios acuerdos.