Uno de cada cinco cristianos en el mundo es perseguido o discriminado
Un informe detecta violaciones graves a la libertad religiosa en 38 países
La libertad religiosa sigue retrocediendo en el mundo. Seis de cada diez personas (el 61%) no pueden expresar su fe libremente porque viven en países donde se persigue o se discrimina por razón religiosa, concluye el Informe 2018 de Libertad Religiosa en el Mundo, que acaba de publicar la fundación católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN). En el 2016, cuando se publicó el último estudio, eran el 58%.
Unos 327 millones de cristianos son perseguidos y otros 178 millones sufren discriminación. Es decir, uno de cada cinco cristianos es víctima de lo uno o lo otro, según el informe, que se publica cada dos años en seis idiomas y analiza la situación de fieles de todas las religiones en 196 países.
Se han registrado violaciones graves a las creencias religiosas en 38 estados: en 21 las minorías sufren persecución, en algunos casos hasta la muerte, y en otros 17, discriminación. En 22 de ellos quien ataca la libertad religiosa es el radicalismo islámico, aunque la opresión también la ejercen estados autoritarios y/o con un nacionalismo extremo, como China, India, Corea del Norte, Birmania, Vietnam o Kirguistán.
Se habla de retroceso porque en 18 de estos 38 países, casi la mitad, la situación se ha deteriorado. Eso sin contar países como Arabia Saudí, Corea del Norte, Eritrea o Yemen que AIN considera que ya tocaron fondo hace tiempo y no podían empeorar más. Mención especial merece el declive de los derechos de las minorías religiosas en los gigantes asiáticos, China e India. El ultranacionalismo hindú se ceba en las minorías religiosas en India, donde en los últimos dos años se han duplicado las agresiones a cristianos y el 20% de los estados tienen ya leyes anticonversión. También se observa un deterioro en Rusia, que ha entrado en la categoría de países que discriminan debido a un paquete de leyes que restringen las actividades de los grupos religiosos no autorizados, a los que se ha prohibido la predicación o la difusión de material.
Aunque Siria e Irak siguen estando en la lista de los peores estados para las minorías religiosas, AIN señala como dato positivo que ambos países han mejorado. Lo atribuye a la derrota militar del Estado Islámico, que está permitiendo a cristianos y otras minorías (yazidíes o alauíes, por ejemplo) regresar a sus hogares, de donde habían sido expulsados por los yihadistas.
AIN es muy crítica con la poca ayuda que considera han prestado los gobiernos occidentales a estas comunidades. Denuncia un “muro de indiferencia” en Occidente hacia el sufrimiento de las minorías religiosas en el mundo. “La libertad religiosa se banaliza, es el derecho huérfano frente a otras batallas como el género, la sexualidad o la raza”, opina Marta García Campos, miembro del comité editorial.
En el capítulo dedicado a España, AIN destaca las “pintadas anticristianas” en universidades contra las capillas o la celebración de misas en el campus, que considera buscan “incitar al odio religioso e intimidar a los católicos”. También ve preocupantes las parodias de la religión católica en carnavales o que el PSOE y ERC pidieran en el 2017 derogar los acuerdos con el Vaticano, así como que planteen quitar la religión del currículo escolar, eliminar el porcentaje del IRPF destinado a la Iglesia católica o suprimir la misa dominical de TVE.