Largas colas en Sants por los nuevos controles

El control de seguridad de la estación de Sants se ha vuelto más estricto y minucioso pocos días después del incidente con un cinturón que tenía apariencia de granada y que no fue interceptado a tiempo. El administrador de infraestructuras ferroviarias (Adif) ha endurecido la seguridad y los controles con radioscopia que hasta ahora eran aleatorios han pasado a ser realizados a todos y cada uno de los pasajeros. Este cambio supone un incremento del tiempo que tarda en pasar cada viajero pero no ha ido acompañado de un refuerzo del personal ni de las máquinas.

El resultado está siendo que el control de seguridad previo al AVE ha pasado de ser un mero trámite en el que apenas había que hacer cola a un lugar más parecido a los aeropuertos, con sus correspondientes colas más o menos largas en función del momento del día. Desde el sábado han sido más de 200 los pasajeros que han tardado más tiempo del previsto en los controles de seguridad y cuando han llegado al andén su tren ya había partido. Ayer fue el peor día, con más de 70 pasajeros que se quedaron en tierra y tuvieron que ser recolocados por Renfe en trenes posteriores.

Fuentes de Adif defienden que la medida responde a motivos de seguridad y aseguran que en los próximos meses se pondrán en marcha dos aparatos más que se sumarán a los cuatro que hay operativos actualmente.