Beethoven y acción
El público llena el Palau en la primera cita del BCN Clàssics
El público de la música clásica lo está pasando en grande esta semana en Barcelona, con el ciclo de orquestas internacionales en L’Auditori, los recitales del Life Victoria, el Bach de Lars Voght o las arias que promete el tenor Piotr Beczala en el Liceu. Pero ayer la cita era con un ciclo especial, cuya máxima es compaginar el repertorio sinfónico con la recuperación de patrimonio, y que atrae hacia la música clásica a un público no siempre connaisseur. Hablamos del BCN Clàssics: anoche arrancó otra edición con un programa de tiros largos, la Novena de Beethoven y la Suite en mi de Toldrà.
Las calles se encendían de Navidad y el Palau de la Música rozaba el lleno ante esta cita con el sinfonismo. En el escenario, la Orquestra de Cadaqués, que debe sumar ya una veintena de conciertos en la sala modernista, entre los 500 que acumula por el mundo en sus treinta años de trayectoria. En el podio, como invitado, el polaco Atoni Wit, un maestro que ya había colaborado como jurado del Concurs Internacional de Direcció que organiza la misma Orquestra de Cadaqués, pero que no había tenido ocasión de dirigirla.
Las funciones previas esta semana en Madrid y Zaragoza le sirvieron de ensayos. Y quedó claro hasta qué punto Wit es un gran amante de la obra de Toldrà. Había dirigido ya piezas suyas, como Vistes al mar, y en esta ocasión quería hacer lo propio con esta Suite en mi que próximamente tiene previsto llevar a Polonia y que aquí sonó debidamente danzarina y ensoñadora, aunque por momentos –y al final– un poco rotunda.
Su caché, no obstante, tenía que cobrar relieve en la Novena Sinfonía. Llorenç Caballero, director del ciclo, comentaba que “Wit tiene un gran conocimiento de las voces y el mundo coral, y resalta esta dimensión haciendo una versión muy rítmica”. Con buen ánimo siguieron su batuta los coros Lieder Càmera y Anton Bruckner, que se proyectaron junto a las voces solistas a veces irregulares de Christiane Libor (soprano), Olesya Petrova (mezzo), Timothy Richards (tenor) y Stephan Klemm (bajo) en una noche de rutilancias en el atril.