Adiós a la vieja Davis
Francia y Croacia buscan el último título antes de la revolución de Piqué
El domingo terminará la final número 107 de la Copa Davis. No será una final cualquiera, sino la última en el formato clásico de una competición que arrancó en el año 1900. Después vendrá la revolución liderada por Gerard Piqué, que ha puesto cara y ojos al cambio radical de un torneo de rancio abolengo. A partir del 2019 se disputará en su fase definitiva en un sistema de concentración de países en una única sede: Madrid. Antes, desde hoy y durante tres días, Francia y Croacia lucharán en Lille por una ensaladera histórica, la que marca el giro de timón de una copa que necesitaba una reformulación porque las estrellas la han dejado cada vez más de lado.
La Davis lleva el nombre de su fundador e inspirador, Dwight Filley Davis, tenista y político estadounidense que parió la idea de crear un torneo por equipos que enfrentara a los mejores estadounidenses contra un rival de las islas Británicas. Davis, que se alineó con el equipo de Estados Unidos en la primera edición, donó el dinero para la fabricación de una copa de plata basada en una ponchera. Desde 1945, año en que falleció su creador, pasó a llamarse Copa Davis. Y seguirá denominándose así, aunque algunos califiquen la nueva fórmula como “Copa Piqué”.
Francia, actual campeona del torneo y país que hubiera preferido mantener el sistema de competición clásico, defiende el título ante Croacia. Los franceses esperan ser impulsados por el público de Lille, como el año pasado cuando doblegaron a Bélgica. Unas 27.000 personas se pueden reunir en el estadio Pierre Mauroy, donde la selección española de baloncesto se coronó campeona de Europa en el 2015. Ese ambiente único que se genera en la Davis clásica, donde el público pierde la habitual compostura del tenis, donde es posible aplaudir los fallos del adversario y donde los seguidores juegan también cada punto, es lo que no tendrá la nueva competición.
Por eso en Francia se está viviendo el acontecimiento de manera todavía más especial. El capitán francés, el legendario Yannick Noah, sorprendió durante el sorteo de ayer al escoger para abrir el fuego a Jérémy Chardy, que se enfrentará a Borna Coric. A continuación tomarán el relevo
PÚBLICO ENTREGADO
Unas 27.000 personas intentarán generar en Lille el ambiente que ha hecho célebre al torneo
Jo-Wilfried Tsonga, que ha atravesado una racha de lesiones, y Marin Cilic. Por ranking no hay color, ya que los croatas son el 12 y el 7 del mundo. Pero en la Davis de toda la vida el favoritismo siempre ha sido muy relativo. A eso y a su mayor tradición en el torneo se abrazan en Francia. Quieren poner su nombre al final de una era.