“Quizás en abril estoy desesperado en el sofá y encuentro el modo de volver”
Fernando Alonso rompió la solemnidad de la despedida recurriendo a su ironía mordaz y al humor cuando le abordaron sobre su futuro próximo, lejos de la F-1. Como buen prestidigitador, el asturiano no mostró el truco, ni dejó asomar por dónde iría el desenlace de su carrera deportiva, y para mantener la emoción en el público dejó la puerta abierta a un regreso a la F-1.
“No sé qué traerá el futuro. Estoy concentrándome en mis retos personales, la Triple Corona –para la que necesita ganar las 500 Millas de Indianápolis, en mayo– y otras carreras que añadiré a la temporada que viene”, comentó. “Si hago 8 o 9 carreras ya será mucho”, añadió a una periodista brasileña. Su intención es descansar y recuperar la motivación, tras un 2018 extenuante combinando F-1 y WEC.
“Y para el 2020 no sé lo que haré. Más allá es imposible pensar. ¿Quién sabe? La vida es larga y bonita”, daba largas. ¿Y volver a la F-1, como había insinuado en México? “En este momento, es difícil pensar en volver, pero la puerta no está cerrada. La primera razón es porque no sé cómo me sentiré el año que viene. He estado haciendo esto toda la vida, quizás el próximo año en abril estoy desesperado en mi sofá y tal vez encuentre la manera de volver. Pero no es la idea inicial”. Tampoco era la de Schumacher y regresó con 41 años, tres después de retirarse. Como también hicieron Prost y Lauda.
Entonces entró en juego Lewis Hamilton. Cuando Alonso estaba haciendo las paces con la F-1 que tanto ha criticado en los últimos tiempos –“Me gusta la F-1, siempre la adoraré, y ya veremos si estaré aquí en el futuro como piloto, como padre, como jefe de la FIA...”–, el piloto inglés saltó:
–¡No, jefe de la FIA no! Al menos hasta que yo me retire! –solicitó temeroso Lewis.
–Sí, castigo máximo –le replicó con semblante de juez del Supremo un Alonso que confesó que quiere “pasar página” a la F-1.