La familia Carandell vuelve al accionariado de la empresa Benito Urban
La familia Carandell vuelve a ser accionista de Benito Urban, la antigua Fundición Dúctil Benito, dedicada a la construcción de mobiliario urbano. Los Carandell, fundadores de la empresa, vuelven a través de la firma de capital riesgo Ona Capital, que ayer firmó la adquisición de Benito Urban a Ergon. El importe y los términos de la operación no se han dado a conocer.
Ergon, una sociedad de inversión especializada en negocios industriales, ha pilotado el reflotamiento de Benito Urban en los últimos siete años. La compañía, muy afectada por la última recesión, se encuentra inmersa en un plan de crecimiento e internacionalización, que debería continuar de la mano de Ona Capital. En el último ejercicio, Benito Urban facturó 36 millones de euros – había rozado los 80 antes de la crisis – y está presente en 50 países. Se ha apostado por mercados de alto crecimiento como México, Israel y Oriente Medio, según fuentes cercanas a la operación.
Junto con la internacionalización, se ha apostado por el desarrollo de nuevos productos, entre ellos una gama de alumbrado público led. Para ello, se invirtió en una nuevas instalaciones en Vic y Sallent.
Ona Capital es una sociedad de capital riesgo, que tiene entre sus socios a varias familias empresariales catalanas, entre ellas los propietarios de Bon Preu y la familia Carandell.