Escapada navideña a DordoñaPérigord
Paisajes de ensueño, una rica historia y una gastronomía inmejorable hacen de Dordoña-Périgord uno de los destinos más atractivos de Francia. Situado en el suroeste del país, en la región de Nouvelle-Aquitaine, y con un fácil acceso desde la frontera española, es ideal para unas pequeñas vacaciones este invierno.
Los amantes de la naturaleza encontrarán en Dordoña-Périgord magníficos valles fluviales y formaciones rocosas singulares. Además, la región cuenta con miles de castillos medievales, renacentistas y de estilo clásico, y algunos de los pueblos más bellos de Francia, que permiten realizar paseos en unos espacios arquitectónicos excepcionales. El rico legado cultural e histórico de la región, habitada desde hace milenios por el hombre, ofrece numerosas huellas de ocupación prehistórica y grandes joyas como la célebre cueva de Lascaux, en el valle del Vézère. Allí está el Centro de Interpretación del Arte Parietal de Montignac-Lascaux, un espacio para conocer de una manera lúdica y con las últimas tecnologías los más íntimos secretos de la cueva de Lascaux, apodada la Capilla Sixtina de la Prehistoria.
LAS CIUDADES VIVEN LA NAVIDAD
Las fiestas navideñas son una buena excusa para visitar Dordoña-Périgord y recorrer sus 1.001 castillos, pueblos medievales y localidades bellísimas. Unos días especiales para disfrutar del espíritu de la Navidad con actividades y mercadillos relacionados con las fiestas. También para saborear su gastronomía, con los productos a base de pato que podemos encontrar el mes de noviembre y las trufas negras del Périgord, típicas de diciembre. Para quienes quieran disfrutar de ciudades con encanto en las fiestas de diciembre, Périgueux, Bergerac, Sarlat, declaradas 'Ciudades de Arte e Historia' y Terrasson son apuestas seguras.
Uno de los destinos urbanos más bonitos es Périgueux, la capital de Dordoña-Périgord. Paseando por sus calles puedes recorrer miles de años de historia, gracias a un conjunto arquitectónico único, que te transporta desde la antigua ciudad galorromana Vésunna hasta la localidad medieval y renacentista, y los siglos XVIII y XIX.
La parte antigua de la ciudad es una delicia, con el dédalo de callejuelas del barrio de Saint-Front, los palacetes renacentistas, las plazas llenas de animación en los días de mercado y su símbolo más querido, la catedral bizantina de Saint-Front. Realizada por Paul Abadie, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998.
Otra de las ciudades que vale la pena visitar es Bergerac, edificada al borde del río Dordoña. Conocida por haber dado nombre a Cyrano de Bergerac, uno de los personajes más célebres de la literatura francesa, también es muy apreciada por su tradición vinícola y sus 7 Denominaciones de Origen Controladas: Bergerac, Côtes de Bergerac, Monbazillac, Pécharmant, Montravel, Saussignac y Rosette. En el centro histórico se han restaurado numerosas casas con entramado de madera, con ventanales medievales o aperturas renacentistas, y edificios como la casa Peyrarède, construida en 1604, y que alberga el Museo del Tabaco.
Es un placer recorrer sus calles engalanadas para las fiestas de Navidad, tomar un café en la plaza Pélissière, visitar la iglesia de SaintJacques, o acercarse hasta el puerto con su estampa de gabarras. Y no puedes irte de Bergerac sin visitar su Casa de los Vinos, en el majestuoso Claustro de los Recoletos, del siglo XVII, uno de los principales atractivos de la ciudad.
La ciudad de Sarlat es otra de las apuestas seguras. Ha sabido conservar su patrimonio y actualmente tiene uno de los más bellos conjuntos medievales de Europa. Cuenta con 66 monumentos protegidos en un perímetro de 11 hectáreas. Una de las maneras más espectaculares para descubrir la ciudad es accediendo al ascensor panorámico con muros de cristal realizado por Jean Nouvel en el campanario de la iglesia de Sainte-Marie. Además, este año el mercadillo de Navidad tendrá como tema España y llenará de animación Sarlat durante tres semanas.
TRUFAS Y FOIE
Estas tres localidades, también se convertirán en el destino preferido de los gastrónomos por sus mercados de la trufa y del foie gras. En Périgueux los encontrarás en el centro histórico, en la plaza de Saint-Louis; mientras que en Sarlat, el mercado de trufas se celebra los sábados por la mañana en un local de la calle Fénelon, frente al ayuntamiento, y el de foie gras, en la plaza de Boissarie. En Bergerac el recinto cubierto alberga el mercado de trufas.
Y no puedes marcharte de la región sin visitar Terrasson , a las puertas del valle del Vézère y encaramada en el flanco de una colina. Su puente construido en el siglo XII por monjes benedictinos sobre el río Vézère es excepcional y acoge cada jueves un mercado lleno de colorido y uno de los más célebres del Périgord. En el centro histórico hay numerosas tiendas de artesanía y en el mercadillo de Navidad encontrarás el recuerdo perfecto para llevarte a casa.
A PARTIR D E DICIEMBRE, PÉRIGUEUX, BERGERAC Y SARLAT SE VIS TEN D E NAVIDAD Y SUS MERCADOS ESPERAN A TODOS LOS GAS TRÓN OMOS