Albert Salazar
MEJOR ACTOR PREMIOS BUTACA
El joven actor Albert Salazar venció ayer a pesos pesados como Pere Arquillué y Pablo Derqui y obtuvo el premio Butaca de teatro al mejor intérprete del año por A.K.A. (Also Known As), una obra sobre la identidad.
Ni el Temps salvatge dirigido por Xavier Albertí, ni la Medea de Lluís Pasqual, ni Les noies de Mossbank Road dirigidas por Sílvia Munt, ni el Frankenstein de Carme Portaceli... Anoche en los premios Butaca de teatro, elegidos por votación popular, no se impuso una gran producción sino una obra joven y de pequeño formato, nacida en la minúscula pero incansable Sala Flyhard de Sants. A.K.A. (Also Known As) ,un monólogo protagonizado por el joven actor Albert Salazar (conocido por la serie La Riera), se alzó en el Teatre-Auditori de Sant Cugat con el mayor número de premios y la mayoría de los más importantes: mejor montaje de pequeño formato, mejor actor, mejor texto –Daniel J. Meyer, un dramaturgo argentino que reside en Barcelona– y mejor dirección, para Montse Rodríguez. Cuatro galardones para una obra sobre la identidad en la que un veinteañero cuenta el momento de su adolescencia en el que descubre que es adoptado. Y su mundo tiembla. A.K.A. se volverá a ver en el Lliure del 14 al 23 de diciembre y en La Villarroel en marzo.
Por supuesto, hubo muchos más premios. El más sonoro de la noche, el de mejor montaje teatral para obras de mediano y gran formato, fue para Sopa de pollastre amb ordi, que narra la decadencia de la utopía a través de la desintegración de una familia de clase obrera. Una obra de Arnold Wesker que Ferran Utzet dirigió en la Biblioteca de Catalunya y que ayer también ganó por su espacio sonoro (Damien Bazin). Entre las otras grandes favoritas, Les noies de Mossbank Road, dirigida por Sílvia Munt, logró el premio a la mejor actriz (Clara Segura). Temps salvatge, de Josep Maria Miró y dirigida por Xavier Albertí en el TNC, fue premiada por la escenografía (Lluc Castells). El Frankenstein de Carme Portaceli tuvo la mejor caracterización (Laura Pérez y Carla Casals). Y la portentosa Medea de Lluís Pasqual y Emma Vilarasau no logró ninguno de los cuatro premios a los que aspiraba. La que sí aprovechó sus cuatro nominaciones fue La importància de ser Frank, dirigida por David Selvas en el TNC. Tuvo tres premios: mejor vestuario (Maria Armengol), mejor composición musical (Paula Jornet) y mejor actriz de reparto (Laura Conejero). El mejor actor de reparto fue Oriol Pla por La calavera de Connemara, de La Villarroel.
En teatro musical la triunfadora fue Cabaret: mejor musical y mejores intérpretes de musical (Ivan Labanda y Elena Gadel). En danza, se impuso A vore, de Ramon Balagué, Sònia Gómez y Astrio. Y en nuevas dramaturgias, el show contra la violencia machista Rebota rebota y en tu cara explota, de Agnès Mateus y Quim Tarrida, venció al impactante Sis personatges-Homenatge a Tomás Giner, que llevó al escenario del Lliure a homeless reales como actores. La nena dels pardals fue el mejor espectáculo para público familiar, y la Butaca honorífica fue para la actriz y directora Marta Angelat.