“La serie trata de la gente de 40 años que vive un momento difícil”
Durante dos décadas y media de carrera ha participado numerosas veces en el cine pero si algo define a Nathan Fillion como actor es su trabajo en televisión. Allí encontró su primer trabajo, en la telenovela One life to live, por la que recibió su hasta ahora única nominación a los Emmy. Pero su fama y popularidad creció notablemente tras dar vida al detective protagonista de Castle durante ocho temporadas. A los 47, el actor canadiense ha regresado con el papel de John Nolan en The rookie (en España se emite los miércoles en TNT), un hombre que tras divorciarse decide dar un giro a su vida y hacer realidad un viejo sueño postergado, el de convertirse en oficial de policía, algo que no le va a resultar nada fácil.
¿Estaba listo para empezar a grabar otra serie tan poco después de Castle?
No, en lo más mínimo. No estaba buscando volver a trabajar. Dije no a muchas propuestas y me limité a hacer papeles divertidos para amigos pero no me interesaba volver a protagonizar una serie. Alexi Hawley me llamó y me dijo que debía considerar seriamente su propuesta. Cuando vi de que se trataba, me di cuenta de que no podía rechazarla. Llevo un tiempo en esto y sé que hay cosas que no se presentan todos los días.
Castle era un detective privado. ¿Qué es lo que le atrae de este tipo de papel?
Hay una diferencia muy grande entre los dos personajes. En Castle investigábamos crímenes y los policías no hacen eso, es tarea de los detectives. Los policías llegan y arrestan a los que aparentan ser culpables. Luego comienza la investigación. Tenemos un episodio en The rookie en el que dos investigadores están descontentos con Nolan porque él quiere investigar y ese no es su trabajo, es el de ellos.
¿Qué ha aprendido sobre el trabajo de los policías haciendo estas series?
Nunca imaginé cómo de intenso podía ser este oficio. Les entrenan y después les ponen a prueba para luego decidir si les darán o no el trabajo. Y si lo logran, tienen que pasar por una dura preparación. Cuando te dan un arma cargada y te envían a la calle, tu tarea es asegurarte que todo esté tranquilo, proteger a las personas que quieren seguir las reglas y detener a los que no lo hacen. Es un trabajo tan intenso como escalofriante. Yo no lo podría hacer. En Los Ángeles, los policías usan ropa de lana negra todos los días, de pies a cabeza. Cargan casi siete kilos de equipamiento alrededor de sus caderas. Yo tenía un enorme moretón en un costado de mi pierna por poner y sacar el walkie-talkie que pesa tres kilos, hasta que me pregunté en algún momento por qué tenía que llevar conmigo uno de verdad. Ahora uso uno de gomaespuma. También he pedido a utillería que me alivien el uniforme y que me den una pistola de plástico en lugar de una de verdad.
¿Hay muchos oficiales que comienzan su carrera después de los 40 años?
Desconozco los datos estadísticos. Lo que sé es que el policía en el que nos inspiramos para hacer la serie fue el novato de mayor edad que se haya sumado al Departamento de Policía de Los Ángeles, que es uno de los pocos que está dispuesto a aceptar a alguien de más de 37 años. En mi caso, yo estoy muy por encima de la edad apropiada y sé que jamás me hubiesen aceptado.
¿Es algo habitual que quiera sumarse gente de esa edad?
No lo creo. Me pregunto si habrá un incremento gracias a la serie. Mucha gente me ha escrito para decirme que les he inspirado para convertirse en escritores. A lo mejor en el futuro un policía me detiene por exceso de velocidad y me dice que se inspiró en la serie para cambiar de profesión...
¿Los casos recientes de violencia policial modificó la forma en que encaró el papel?
Es una buena pregunta. Creo que hay muchas malas noticias respecto a la policía en las noticias. Nosotros tratamos de mostrar la otra cara de la moneda. Hay muchos policías con buenos corazones que tienen una vocación y hacen muy bien su trabajo. Dos de ellos nos ayudan y nos entrenan en la serie. No creo que el buen trabajo policial reciba la atención de la prensa que se merece.
¿Hubo algún momento en su vida en que sus planes cambiaron por completo?
Por supuesto. Yo asistía a la Universidad de Alberta porque quería ser profesor de escuela secundaria. Me faltaban tres meses para graduarme y me fue mal en un examen sobre historia de los comediantes. Debía leer obras de teatro del siglo XIX que eran aburridas y no las pude tolerar. Tenía que encontrar una forma de poder graduarme a pesar de que no me quedaba demasiado tiempo para dar con una solución. En ese momento me llamaron de una telenovela que se grababa en Nueva York y fue maravilloso. Apareció la ventana mágica de la televisión y me metí por allí. Y aquí estoy.
Han habido muchas series policiacas en la historia de la televisión. ¿Cómo de difícil es encontrar una forma de mantener la frescura?
Creo que lo que nos diferencia es que tenemos un ángulo notablemente relevante hoy en día. En el pasado, la gente se casaba, conseguía un trabajo a los 20 y se retiraba a los 65, y seguía casada. Luego el divorcio se convirtió en la norma. En un principio era algo de lo que nadie quería hablar porque les avergonzaba. Pero ahora todo eso ha cambiado, el divorcio es parte de la vida. La gente cambia de trabajos y la vida se mueve de una manera más veloz. El tema de la serie es la gente que después de los 40 años se encuentra en un momento diferente de su vida, se ha divorciado, ha dejado de ser un esposo o esposa y sus hijos se han marchado para estudiar. Han perdido su lugar y están buscando algo nuevo para reinventarse. Esa es la nueva norma. Tomamos ese ángulo relevante, lo ponemos en historias policiales y hacemos que todo gire en torno a la gente. No creo que la audiencia se identifique con los personajes porque son policías, pero si porque son seres humanos.
Hablando de los cambios, en 1998 tuvo un papel en Salvar al soldado Ryan de Steven Spielberg. ¿Cuánto le ayudó en su carrera?
Fue importante. Apenas llegué a Los Ángeles conseguí cinco trabajos, todos asombrosos, y este fue uno de ellos. Yo pensé que ya me había consagrado, y que todo sería fantástico a partir de ese momento. Pero luego me pasé un año sin trabajar, con lo que aprendí que en esta industria nada está garantizado. No hace mucho me encontré a Spielberg, que es la persona más amable y dulce del mundo, y pude volver a decirle gracias por la oportunidad. Y el me respondió que una cosa es una oportunidad, y otra es saber aprovecharla para concretar una carrera como la que tengo.
SERIES POLICIACAS
“La audiencia se identifica porque son seres humanos, no porque sean policías”