DISFRUTA DEL CHOCOLATE SIN REMORDIMIENTOS
El chocolate es el más conocido de todos los productos elaborados con cacao. Su sabor único e inconfundible hace de este alimento una verdadera tentación. ¿Conoces sus particularidades?
Tanto en momentos de ocio como en las situaciones más cotidianas, el chocolate siempre tiene un espacio reservado en nuestras vidas. De ahí que los productos derivados del cacao hayan pasado de ser degustados en ocasiones especiales como fiestas o celebraciones a ser consumidos a diario en prácticamente todas las comidas del día, ya sea en el desayuno, como postre o merienda.
¿QUÉ CHOCOLATE CONSUMES?
En función de los ingredientes que incorpore, y de la cantidad en la que estén presentes, se puede hablar de chocolate negro, con leche o blanco. El chocolate negro es el más puro, ya que contiene únicamente pasta de cacao, manteca de cacao y azúcar. Si le añadimos leche, como explica la Asociación Europea del Cacao (ECA, por sus siglas en inglés), conseguimos un sabor más suave y un chocolate que agrada, especialmente, a los jóvenes. A diferencia de lo que muchos piensan, el chocolate blanco no debería considerarse un chocolate como tal, ya que, aunque se fabrica de forma similar al resto, este no contiene pasta de cacao: solo manteca de cacao, azúcar, leche y, en algunos casos, vainilla.
GRAN VERSATILIDAD El chocolate es un alimento altamente versátil, que se presenta en formatos muy diferentes y que admite infinidad de preparaciones culinarias, desde recetas típicas como bizcochos o pasteles hasta helados, batidos e incluso salsas para carnes y pescados. Además, constituye el toque final a muchos productos, como galletas, caramelos, cafés o licores.
BENEFICIOS PARA LA SALUD
Incluido en la dieta con moderación, el chocolate tiene propiedades beneficiosas para el organismo. Por una parte, su elevado aporte energético lo convierte en un alimento ideal cuando vamos a realizar actividad física continuada. A parte, su contenido en fibra contribuye a mantener la regularidad intestinal y tiene efecto saciante. Al ser un alimento rico en vitaminas (sobre todo, D y E), minerales (hierro, zinc, calcio, magnesio…) y polifenoles, ayuda a reducir el colesterol “malo” (LDL) y presenta un alto poder antioxidante, muy útil para luchar contra los radicales libres y el envejecimiento prematuro de la piel. Además, contribuye a mejorar el sistema cardiovascular y el sistema inmunológico y, tradicionalmente, se ha utilizado para mejorar estados de ánimo y combatir episodios depresivos.