Poroshenko pide a la OTAN que envíe buques de guerra al mar de Azov
Trump cancela su reunión con Putin a causa de la nueva crisis en Ucrania
Mientras el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, pedía ayer ayuda a la OTAN para resolver el conflicto con Rusia en el mar de Azov, el de Estados Unidos, Donald Trump, volvía a sorprender al mundo con un tuit (costumbre obliga) en el que anunciaba que suspendía la entrevista prevista para mañana sábado en Buenos Aires con su homólogo ruso, Vladímir Putin, debido al apresamiento de los barcos ucranianos por parte de Rusia. En una entrevista con la prensa alemana, Poroshenko solicitaba a la Alianza Atlántica, y en especial a Berlín, que enviase buques de guerra al lugar del último pulso con Rusia.
Según el líder ucraniano, la intención de Rusia es mandar en el estrecho de Kerch, que separa el mar Negro del mar de Azov, para controlar este último y ahogar los puertos ucranianos de Mariúpol y Berdiansk, claves para la industria ucraniana y la exportación de acero y cereales. Esta región, además, se encuentra próxima al Donbás, donde sigue viva aunque congelada una guerra contra los separatistas prorrusos que ha costado más de 10.000 vidas.
En este control desempeña un papel clave el puente de Crimea, inaugurado este año para unir esta península (anexionada por Moscú en 2014) con la Rusia continental. Tras su inauguración en mayo, Rusia ha aumentado los registros de los barcos que entran y salen del Azov, una actitud criticada por la UE.
“Alemania es uno de nuestros aliados más cercanos y esperamos que países de la OTAN estén dispuestos a enviar buques al Azov para ayudar a Ucrania y garantizar la seguridad”, dijo Poroshenko al diario germano Bild. Según él, Putin “quiere ocupar el mar de Azov”.
El domingo 25 de noviembre las patrullas fronterizas rusas dispararon contra dos lanchas artilladas y un remolcador de la Armada ucraniana que no atendieron el alto y siguieron su ruta para pasar al Azov por el estrecho de Kerch. Según Rusia, antes habían entrado sin autorización en sus aguas. Moscú apresó las embarcaciones y detuvo a sus 24 marineros, que serán sometidos a juicio en Crimea. Ucrania ha declarado la ley marcial durante 30 días en diez provincias fronterizas.
No es probable que la OTAN atienda las demandas de Poroshenko, lo que pondría al rojo vivo la situación más tensa que ha enfrentado a Rusia y Ucrania en los últimos tiempos. Una portavoz de la Alianza no comentó directamente la petición, pero señaló que “desde la anexión ilegal de Crimea, la OTAN
Merkel se ofrece a mediar con Rusia y pide que no se corte el acceso marítimo al puerto ucraniano de Mariúpol
ha aumentado sustancialmente su presencia en el mar Negro”. Esta semana el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, pidió la liberación de los barcos y la tripulación ucranianos.
Tras reunirse con el primer ministro ucraniano, Volodimir Groyzman, la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que tratará de desbloquear la situación reuniéndose con Putin en el G-20. “Tenemos que asegurar que no se corte el acceso marítimo a Mariúpol”, afirmó.
Otra forma de presión es la elegida por Donald Trump. Ayer utilizó su cuenta de Twitter para anunciar que la esperada minicumbre con Vladímir Putin, prevista para mañana en la capital argentina, finalmente no se va a celebrar.
“Debido al hecho de que ni los barcos ni los marineros han sido devueltos a Ucrania desde Rusia, he decidido que lo mejor para todas las partes implicadas sería cancelar mi reunión previamente programada en Argentina con el presidente Vladímir Putin”, tecleó el inquilino de la Casa Blanca para asombro del Kremlin, que unas horas antes decía a través de su portavoz, Dimitri Peskov, que la cita seguía adelante. Iba a ser el encuentro más importante entre los dos líderes desde la cumbre que celebraron en julio en Helsinki (Finlandia). “¡Espero una cumbre útil otra vez tan pronto como la situación se resuelva!”, terminó gritando Trump.