Zurabishvili, exdiplomática francesa, gana las presidenciales en Georgia
La exdiplomática francesa Salomé Zurabishvili es la nueva presidenta de la pequeña Georgia, una de las exrepúblicas soviéticas del Cáucaso. Tras terminar el recuento, la junta electoral anunció ayer que en la segunda vuelta de las elecciones, celebradas este miércoles 28 de noviembre, Zurabishvili obtuvo el 59,52% de los votos. Su rival era Grigol Vashadze, representante del Movimiento Nacional quien recibió un 40,48%.
Zurabishvili es la primera mujer en convertirse en presidente de este país de 3,7 millones de habitantes. Pero también será la última elegida en las urnas. Tras una reforma constitucional, la figura del presidente ha perdido buena parte de sus poderes en favor del Ejecutivo. El próximo será elegido por el Parlamento. opositor
Unido,
Igual que Georgia, Salomé Zurabishvili tiene una historia llena de cambios. Nació en París en 1952 en una familia de emigrantes georgianos que emigraron en 1921. Desde 1974 trabajaba en el Ministerio de Exteriores de Francia y a finales del 2003 fue nombrada embajadora de Francia en Georgia, lo que le hizo coincidir con la revolución de las rosas de Mijaíl Saakashvili.
En marzo del 2004 éste le propuso dirigir el Ministerio de Exteriores georgiano. Pero tras criticar públicamente a su mentor, en octubre del 2005 fue destituida. Se pasó a la oposición, desde donde pidió la dimisión de Saakashvili, quien finalmente abandonó el poder en el 2013. Zurabishvili dejó la política georgiana en el 2010, pero regresó seis años después y fue elegida diputada independiente.
Esta era la condición con la que se ha presentado a las elecciones presidenciales. Sin embargo, el partido en el poder, Sueño Georgiano, le ha dado su respaldo ante el empuje del otro aspirante.
Los observadores internacionales de la OSCE criticaron ayer este apoyo. Certificaron que la buena organización de los comicios permitió a los candidatos hacer campaña con libertad, pero señalaron que “una parte ha gozado de una ventaja indebida”. Saakashvili, que fundó el partido del candidato derrotado, aseguró que “no han sido unas elecciones democráticas” desde su exilio en Holanda, donde vive porque en Georgia el Gobierno quiere llevarle a juicio por múltiples acusaciones criminales.
Salomé Zubarishvili es partidaria de mantener el equilibro en las relaciones exteriores de Georgia con Rusia y Occidente, al contrario de Vashadze, convencido prooccidental.