La mirada vertical
Si Dios, la evolución o el devenir del universo hubieran pretendido que mirásemos las cosas de forma vertical, nos habría puesto en la cara un ojo por encima del otro. Pero no fue así. Tenemos uno a la derecha y otro a la izquierda, porque nuestra vista es panorámica.
La moda de los vídeos verticales grabados con el móvil empieza a ser una catástrofe para los archivos del futuro. La expansión de los smartphones ha conllevado que en cada acontecimiento relevante haya alguien dispuesto a dejar un testimonio para su difusión pública. Será la documentación que un día se consulte para conocer qué pasó sobre determinado hecho importante. Y todo lo que nos quedará serán (¡ay!) vídeos verticales.
¿Se imaginan que George Lucas hubiera filmado Star Wars en vertical? La primera sobrecogedora escena de la nave imperial persiguiendo a la pequeña nave de la princesa Leia, se habría hecho eterna. Y no habríamos tenido una noción clara de las proporciones del gigantesco artefacto.
¿Cómo habría sido Lawrence de Arabia si David Lean hubiera filmado esta obra maestra en vertical? No nos habría estremecido la majestuosidad de Wadi Rum ni habríamos podido asistir (casi como a lomos de un camello) a la conquista de Aqaba.
Lo que el viento se llevó, en vertical, también habría perdido mucho. La icónica escena en la que Scarlett O’Hara llega a la estación de Atlanta convertida en un inmenso y desolado hospital de guerra, simplemente no habría podido hacerse con el formato que ahora triunfa en los móviles.
Algo no cuadra en toda esta moda de los vídeos verticales. Se venden más televisores que nunca y en tamaños más grandes. Las 65 pulgadas han dejado de ser un tabú en muchos salones, convertidos en salas de cine gracias a la calidad que permiten las últimas tecnologías aplicadas a las pantallas domésticas.
Pero nadie se compra una de estas magníficas teles y la coloca en vertical. Igual estoy dando una idea, porque quizás no les quepa en su salón una pantalla de 65, 75 o 85 pulgadas, aunque es más posible que pueda colocarla si la gira y la pone de pie.
No es broma. En Australia se celebra desde el 2014 el Festival de Film Vertical (VVF), un evento bienal pensado para obras que se crean en ese formato. Para mostrarlas, colocan una gran pantalla girada 90 grados. En diez días celebrarán la tercera edición en la localidad de Katoomba.
Lo que no entienden quienes graban vídeos verticales es que se pierden dos porciones de lo que quieren grabar a derecha e izquierda. Dos partes del mundo que quieren capturar.
Como los vídeos verticales se impongan, acabaremos viendo películas en ese formato. Imagínense una sala de cine con la pantalla en vertical. A ver quién tiene el valor de sentarse en la primera fila.