La número dos de Facebook ordenó espiar las finanzas de Soros
La red social contrató a una firma que difundió informaciones falsas
George Soros, millonario defensor de causas progresistas y personaje odiado por los grupos de la ultraderecha estadounidense y europea, fue uno de los que recibieron un paquete bomba el pasado octubre, junto a los expresidentes Barack Obama o Bill Clinton.
El filántropo es uno de los objetivos de los teóricos de la conspiración, tanto en Europa como en Estados Unidos. Le acusan sin pruebas, por ejemplo, de financiar la caravana de inmigrantes centroamericanos. El presidente Donald Trump contribuyó a difundir ese bulo, forjado en buena media gracias al papel preponderante de Facebook y, en concreto, de Sheryl Sandberg, la número dos y responsable de operaciones de esta plataforma. Sandberg ordenó hace unos meses “espiar” los intereses financieros del exespeculador –judío superviviente del Holocausto–, después de que este atacara en el Foro Económico Mundial del pasado enero a las compañías tecnológicas, con papel preponderante de Facebook y Google, a las que calificó de “amenaza para la sociedad”.
Según informó ayer The New York Times, la número dos envió un e-mail a sus directivos para que indagaran si Soros obtenía un rendimiento económico por sus andanadas contra la compañía.
A su petición, la red social comisionó una investigación de estilo oposición. Tras la petición de Sandberg, su empresa contrató a Definers Publice Affairs, firma vinculada a los republicanos. Desde ahí se encargaron de difundir a los medios supuestas informaciones sobre Soros y su financiación de grupos críticos con Facebook. En realidad, la operación consistió en propagar arrebatos antisemitas contra el multimillonario y su Open Society Foundations, por sus supuestas conspiraciones. Una de estas era pagar la caravana de inmigrantes que empezó en Honduras y que ahora se halla a las puertas de EE.UU.
A la que trascendió, la plataforma rompió su relación con Definers. Sandberg negó de entrada saber nada de esta firma, aunque hace unos días reconoció que había tenido sobre su mesa algunos de sus trabajos.
Cuando ella envió el correo electrónico a su equipo –la plataforma emitió un comunicado en el que indicó que la investigación a Soros estaba abierta antes de ese correo electrónico–, Facebook ya se encontraba bajo la lupa por el papel que jugó a la hora de difundir propaganda rusa y fomentar el odio en Birmania y otros países. También ignoró los avisos de que el Kremlin había utilizado la plataforma para manipular las elecciones presidenciales del 2016 en beneficio de Trump. Tanto Mark Zuckerberg, el fundador y máximo jefe, como Sandberg también desviaron la responsabilidad cuando se descubrió que desvelaron la identidad de decenas de miles de usuarios a la firma Cambridge Analytica, una firma vinculada a la campaña electoral del actual presidente de Estados Unidos.
Aunque Trump nunca rectifica, la Agency for Global Media, vinculada al Gobierno, ha pedido disculpas a Soros por airear teorías contra él sin confirmar.
Trump no rectifica, pero una agencia del Gobierno pide disculpas al millonario por difundir falsedades