El lector expone
Como la vida misma
Sé que esta carta puede que no tenga mucho sentido, pues desde hace muchos años leo asiduamente las Cartas de los Lectores y todas suelen tener un objetivo claro. Esta mía son sólo reflexiones. He leído desde aquellas que agradecían a las que opinaban o las que se quejaban de algo. En los últimos tiempos, leo más cartas de crítica, de incomprensión, de dudas, pero también de cierto rencor, odio, y en demasiados casos abundan las de pesadumbre.
Vivimos paradójicamente tiempos convulsos en un siglo XXI que es el top tecnológico jamás vivido, pero curiosamente no sabemos reconocer que, a pesar de que siguen existiendo enormes desigualdades e injusticias en nuestro mundo, sólo advertimos y destacamos las situaciones adversas. No todos los que piensan distinto son necios. Creamos enemigos de aquellos que tienen orígenes, ideologías, razas, religiones o formas de vivir diferentes, cuando tenemos más puntos en común que lo contrario. Hablaba de un mundo paradójico y sigo creyendo en lo absurda que es la situación que se repite en demasiados rincones de nuestro planeta. Me pregunto por qué unos pocos, imagino que subvencionados por otros pocos, son capaces de manipular y movilizar a tantos, incluso provocando situaciones violentas que demasiadas veces acaban en tragedias humanas. Curiosamente, siempre pensamos que a nosotros no nos tocará y no es cierto.
Acabo de ver una película que me ha hecho pensar en ello y ese es el motivo de estas líneas, que no tratan de nada en concreto. Sólo son sentimientos. El título de la película es La sociedad literaria y el pastel de piel de patata y se la recomiendo. Trata de personas, sentimientos y contradicciones. Como la vida misma.
GABRIEL MASFURROLL LACAMBRA
Suscriptor
Barcelona