La reforma de la cárcel Modelo llegará el 2022 y costará 100 millones
El proyecto conserva el panóptico y prevé 150 pisos sociales, siete equipamientos y un parque
El recinto de la antigua cárcel Modelo de Barcelona se convertirá el año 2022 en un espacio que combinará 150 pisos sociales y siete equipamientos que incluyen un instituto, una guardería y un polideportivo, además de un gran parque. La reforma costará 100 millones de euros y conservará el panóptico característico de la prisión.
La antigua prisión Modelo de Barcelona se convertirá en un potente eje de equipamientos y en una de las zonas verdes de referencia del Eixample tras la inversión de casi 100 millones de euros que será necesaria para acometer su transformación.
A finales del 2020 los vecinos del entorno, que llevan años reclamando una remodelación de este espacio, podrán ver cómo entran las máquinas y se derriba el muro que rodea el antiguo centro penitenciario. Un calendario ajustado, presentado ayer por la alcaldesa Ada Colau, para una ambiciosa transformación en la que también está implicada la Generalitat, que deberá aportar casi la mitad de la inversión. La intención es ubicar en este espacio siete equipamientos, construir 150 viviendas públicas y crear un gran jardín de casi 20.000 m2 en todo el entorno. Para ello está previsto convocar el año que viene un concurso internacional que acabe dando forma al proyecto surgido tras el proceso participativo que se inició a principios de este año.
Colau explicó que la propuesta actualiza el plan director de la cárcel Modelo del 2009 –que preveía la construcción de un hotel que ahora ha sido sustituido por pisos públicos– y culmina el debate con el vecindario sobre la regeneración de la antigua cárcel, que cerró tras 113 años de actividad y de numerosos planes para clausurarla que no se concretaron hasta el 2017. “Hoy es un día importante para la Modelo del futuro y, por lo tanto, para la Barcelona del futuro”, dijo ayer la alcaldesa.
El plan de la Modelo necesitará una inversión de 47,6 millones de euros de las arcas municipales y otros 46,7 que servirán para construir dos equipamientos y parte de la vivienda de titularidad de la Generalitat. La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, explicó que en el convenio firmado con el Govern para la cesión de la prisión ya se estipuló la aportación de estos fondos. “Queremos que la construcción de los equipamientos se haga de manera conjunta con el resto de servicios. No la dejaremos a medias”, puntualizó.
La inversión procedente de la Generalitat no será el único escollo que deberá superar el proyecto a tenor de las reacciones de los grupos de la oposición al poco de conocerse el plan para la vieja prisión. El Ayuntamiento necesita el apoyo de los grupos para sacar adelante la modificación de Plan General Metropoltiana (PGM) que permita los nuevos usos que se incorporan ahora. No obstante, ayer los grupos políticos calificaron el proyecto de “electoralista” por presentar la transformación a cinco meses de las elecciones y criticaron que no se respeten los equipamientos que anteriormente se habían pactado con los vecinos.
Con todo, Sanz aseguró que antes de las elecciones el proyecto podría estar aprobado de forma inicial. De esta forma, se podría convocar el concurso a principios del 2020 para empezar las obras a finales de ese mismo año. En este sentido, Colau puntualizó que la futura Modelo podría ser una realidad en el horizonte del 2022.
El complejo de equipamientos tendrá un instituto-escuela, una
EL FUTURO DE LA PRISIÓN El proyecto prevé siete equipamientos, 150 viviendas y una gran zona verde
LA OPOSICIÓN Los grupos critican la propuesta del gobierno de Colau por ser “electoralista”
guardería, un polideportivo semisoterrado y con cubierta verde, un centro para jóvenes, un espacio de economía solidaria y social y 12.000 m2 de techo para albergar vivienda pública. Los nuevos servicios estarán rodeados por un gran jardín que penetrará también en las antiguas galería de la prisión. Una de las condiciones impuestas durante el proceso vecinal ha sido la conservación del panóptico, lo que requerirá una importante labor de rehabilitación e imaginación para albergar los nuevos usos.
En la cuarta galería, que se mantendrá integra, se ubicará el espacio memorial y el centro de interpretación de la represión de los movimientos sociales. Los otros brazos del panóptico se podrán conservar en función de las actividades que vayan a albergar. Así las cosas, se podría optar por mantener las costillas o arcos de la estructura y conservar los muros interiores o mantener la cubierta. En el caso de la primera y tercera galería, donde está previsto situar parte de los pisos, estos se situarán en la segunda planta, en lo que eran las antiguas celdas de los presos, que se adecuarán para convertirse en viviendas. En las zonas comunes se podrían implantar huertos urbanos, un mercado de payés o espacios deportivos.