Hostilidades en marcha
El Gobierno Netanyahu denuncia una “amenaza a la población civil”
Israel lanza una operación militar en la frontera con Líbano para detectar y neutralizar túneles construidos por el movimiento chií Hizbulah, unas estructuras hasta ahora desconocidas que se adentran en territorio israelí.
Israel lanzó ayer una operación militar en la frontera con Líbano para detectar y neutralizar túneles construidos por el movimiento chií Hizbulah, unas estructuras hasta ahora desconocidas que se adentran en territorio israelí. Aunque no especificó de cuántos túneles se trata, el Gobierno de Beniamin Netanyahu señaló que iban a ser utilizados por las milicias de Hizbulah para secuestrar a ciudadanos israelíes. Tras la guerra que les enfrentó en el 2006, la tensión entre Israel y Hizbulah vuelve a ser elevada.
“Quien intente dañar al Estado de Israel pagará un alto precio”, declaró el primer ministro, que horas antes mantuvo una reunión en Bruselas con el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo. Netanyahu le informó sobre la operación, bautizada Escudo del norte, y afirmó que los túneles construidos por Hizbulah suponen una violación flagrante de la soberanía israelí y de la resolución 1.701 del Consejo de Seguridad de la ONU. El primer ministro israelí defendió la necesidad de “evitar la agresividad iraní en Siria, Irak, Líbano y otros países”.
Desconocidos hasta ahora, los túneles del norte empezaron a ser destruidos ayer mismo por el Ejército israelí, empezando por los que se encuentran cerca de la ciudad fronteriza de Metula. El primer túnel encontrado allí tiene 200 metros de longitud, dos metros de altura y dos de anchura, y está construido a 25 metros de profundidad.
Netanyahu había insinuado recientemente que se estaba preparando una operación de seguridad, aunque algunos miembros de la oposición le han acusado ahora de utilizar Escudo del norte para desviar la atención de las investigaciones por corrupción que pesan sobre su persona.
En los últimos años, Israel ha desarrollado sensores especiales para detectar la existencia de túneles ofensivos tanto en la frontera con Gaza (construidos por Hamas) como en la frontera de Líbano (construidos por Hizbulah). Los sensores envían la información captada a una central de la inteligencia israelí y por medio de algoritmos muy avanzados e investigación en distintas disciplinas se detectan los túneles. Acto seguido, llevan a cabo operaciones de ingeniería y perforación a decenas de metros de profundidad. Unas veces el túnel es bombardeado desde el aire, y otras se ponen explosivos en el terreno para destruirlo, o se introduce cemento para taparlo.
El Gobierno israelí admite que las operaciones de ayer pueden provocar una escalada aún mayor de la violencia con Hizbulah, pero fuentes militares señalan que “Israel no puede vivir con este cuchillo clavado en su territorio, que amenaza a la población civil”.
La Casa Blanca expresó su apoyo a la operación por medio del consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, quien advirtió a Hizbulah que cese en su escalada de tensión y de violencia, y llamó a Irán, el país protector del grupo chií libanés, a poner fin “a la agresividad regional y a las provocaciones que conducen a una amenaza inaceptable para la seguridad de Israel y de la región”. Según Bolton, Israel tiene derecho a defender su soberanía y Hizbulah debe poner fin a su proyecto de túneles ofensivos.
La Casa Blanca advierte al grupo chií y a su protector, Irán, que pongan fin a las “provocaciones”