Un gol y reactivación
El Espanyol se mete en octavos con la entrada de Hernán tras firmar un buen partido
El Espanyol estará en los octavos de Copa. Un solitario gol de Hernán le bastó para superar la eliminatoria ante un Cádiz conservador al que la resistencia le duró 76 minutos, los que tardaron los locales en ver puerta tras firmar un gran partido. Los blanquiazules rompieron así en casa una racha de tres derrotas consecutivas que había sembrado las primeras dudas y afrontan el derbi del sábado con ganas y energías renovadas.
Rubi no engañó y presentó un equipo como el que había avanzado, apostando tanto por la meritocracia como por el descanso de algunos de los hombres con más minutos, pero sin jugársela en un día en el que la remontada se presentaba como un objetivo obligado. De ahí que Rosales y Pedrosa volviesen a ocupar los laterales como en la ida, aunque esta vez no saliesen del eje de la zaga David López y Hermoso. Que Melendo volviese a jugar de entrada, aunque la salida de balón fue responsabilidad del ya recuperado Marc Roca. O que Puado volviese a asumir la punta de ataque para dar un respiro a Borja Iglesias, por más que a sus flancos jugasen dos habituales como Baptistão y Piatti. Bajo palos, Roberto dio descanso a Diego López.
Enfrente, Álvaro Cervera tuvo que apostar a la fuerza por un equipo copero, ya que llegaba a Cornellà con cinco lesionados, y alineó un conjunto similar al de la ida. Aunque también optó por dar descanso a algunos de sus jugadores clave como Lekic, que abrió el marcador en el Carranza y dio la última victoria a su equipo en La Romareda, o a su máximo goleador, Manu Vallejo, en una primera muestra de que el Cádiz no estaba por dar guerra.
Y, efectivamente, fue el Espanyol el que empezó a plantar batalla tratando de imprimir al partido una intensidad y una velocidad que la grada agradeció. La entrega, en esos primeros minutos, la pusieron Melendo y Puado, como marcaba el guioón, aunque también un motivado Piatti que intercambió constantemente su posición con el ariete. Así fue como los locales pudieron abrir ya el marcador cuando apenas se habían disputado cinco minutos, pero Darder remató desviado un pase hacia atrás de Baptistão.
A partir de ahí el partido se convirtió en un monólogo del Espanyol que el Cádiz trataba de responder a la contra. Pero los locales no conseguían llegar con claridad al área de David Gil, y los visitantes, a la chita callando, avisaban de su peligro. Hasta el punto de que Hermoso tuvo que sacar bajo palos un remate de Agra. Pero en todo ese primer periodo el dominio blanquiazul acabó resultando infructuoso, y la única ocasión clara no llegó hasta el filo del descanso, cuando Piatti, Puado y Baptistão remataron consecutivamente desde el interior del área hasta en cuatro ocasiones, pero todos sus disparos se estrellaron en jugadores rivales.
Tras la reanudación, Rubi decidió mantenerlo todo igual, y el Espanyol volvió a salir con las mismas ganas y la misma intensidad que al principio. Fueron unos minutos en los que reapareció el mejor Baptistão para enlazar tres grandes acciones que no acabaron en las redes gracias a dos intervenciones de mérito de David Gil y a un oportuno Kecojevic, que salvó a su equipo cuando su meta ya no pudo hacer nada. En el otro arco, Roberto también salvó al Espanyol de un cabezazo certero de Carrillo.
La necesidad imperiosa de al menos un gol llevó a Rubi a recurrir primero a Borja Iglesias y después a Hernán. Acertó en los cambios y acertó en dejar en el campo a Baptistão, ya que fue él quien acabó asistiendo al uruguayo para que obrase el milagro abriendo la lata ya en el último cuarto de hora de juego, cuando el Cádiz ya no tuvo tiempo de reaccionar al mazazo. Darder pudo incluso sentenciar ya en el 90, pero erró en su mano a mano con el meta visitante.
LA OPORTUNIDAD
Rubi volvió a apostar por jugadores poco habituales que piden sitio en sus alineaciones