La Unión Europea aplaza el refuerzo de su agencia de fronteras al 2027
Bruselas propuso dar más poderes a Frontex y que sumara 10.000 guardas en el 2020
Es una de las propuestas estrella que planteó la Comisión Europea en septiembre para blindar las fronteras europeas, el refuerzo a marchas forzadas de Frontex, la agencia de fronteras de la UE, hasta llegar a disponer de 10.000 efectivos en un tiempo récord, en el 2020. Pues bien, estos plazos se demuestran imposibles. En la reunión de ayer de los ministros europeos de Interior, quedó de manifiesto que no se cumplirá este calendario y que Frontex no llegará a disponer de esta capacidad hasta el año 2027 como mínimo. Este es el nuevo plazo que están discutiendo los grupos técnicos, según indicó un diplomático europeo a este periódico.
Las dificultades las reconoció el ministro austriaco, Herbert Kickl, presidente de turno de la UE, al manifestar que “hay que preguntarnos de dónde van a salir” estos efectivos, y advertir que es personal calificado y existe el peligro de que se sobrecarguen a las fuerzas policiales de cada país o de que se tengan que desplazar de áreas donde son también necesarias.
La propuesta de la Comisión Europea incluía dar más competencias a los guardas de fronteras europeos y conseguir que en el 2020 ya fueran un total de 10.000 (1.500 personal de la agencia y el resto, 8.500, enviados por los estados) que dispondrían de su propio equipo. Entre sus nuevos poderes se incluiría llevar a cabo controles de fronteras para comprobar identidades, autorizar o rechazar las entradas, patrullar las fronteras e interceptar personas que las hubieran cruzado de forma irregular.
Precisamente, en este punto se produce otro factor de desconfianza de países situados en los límites externos de la UE, como España, respecto al nuevo Frontex, que temen que interfiera en la soberanía de sus fronteras. Por mucho que la CE repita una y otra vez, que Frontex sólo complementará su labor, saben que hay una disposición que prevé que, en caso de que se considere que un país no actua con suficiente rigor en la protección de la frontera exterior, puede decidirse la intervención de Frontex aunque el Estado en cuestión no lo pida. Por su parte, el comisario de Migración, Dimitris Avramopoulos, dijo que la cifra de 10.000 es realista. “Si queremos una policía europea de fronteras hace falta personal, equipo y dinero, son los tres ingredientes del éxito”, dijo el comisario, para añadir que la Unión Europea debe prepararse para que no se repita la crisis de los refugiados del 2015.
Por otro lado, en lo que sí que se pusieron de acuerdo los ministros de Interior fue en autorizar a Frontex para que participe en el futuro en las operaciones de reenvío de inmigrantes irregulares hacia sus países de origen y en la posibilidad de intervenir en países terceros que no sean vecinos, incluidos los africanos.