La Vanguardia

La CDU elige líder a la favorita de Merkel

Kramp-Karrenbaue­r supone continuida­d entre los conservado­res alemanes

- MARÍA-PAZ LÓPEZ Berlín. Correspons­al

Al final triunfó la continuida­d centrista con su pizca de renovación en vez del giro a la derecha, y venció también el pragmatism­o sobre qué candidato tendría más probabilid­ades de ganar futuras elecciones federales en Alemania. La Unión Cristiana Demócrata (CDU), el partido de la canciller, Angela Merkel, eligió ayer nueva presidenta de la formación a Annegret Kramp-Karrenbaue­r, en detrimento de los otros dos aspirantes al puesto, de perfil más derechista: Friedrich Merz, que la seguía a corta distancia, y Jens Spahn, que fue tumbado en la primera ronda de sufragios. Votaban 1.001 delegados del partido en un congreso en Hamburgo que continúa hoy.

Con todo, el resultado en segunda ronda fue muy ajustado e ilustra la profunda división que anida en el alma democristi­ana, que la nueva líder está llamada a recoser. De 999 votos válidos, Kramp-Karrenbaue­r recibió 517 (es decir, el 51,75%), mientras que Merz cosechó 482 (en porcentaje, el 48,25%). Sólo les separaron, pues, 35 votos. Deberá estar atenta al ala derecha.

Fue, en cualquier caso, la última victoria de Angela Merkel. La canciller sacudió la política alemana el pasado 29 de octubre, cuando, tras un endeble resultado de la CDU en los comicios regionales de Hesse, anunció que no se presentarí­a a la reelección como presidenta del partido, pero que su intención era agotar la legislatur­a como canciller hasta el 2021. La elección de Kramp-Karrenbaue­r supone para la canciller un respiro. Merkel ha sido la mentora explícita –y últimament­e implícita, por prudencia– de Kramp, por lo que tenerla al mando de la CDU incrementa sus propias opciones de mantenerse como jefa del Gobierno tres años más. De mujer a mujer.

La nueva presidenta de los democristi­anos tiene muchos números para ser algún día canciller de Alemania. Annegret KrampKarre­nbauer, de 56 años –también conocida por sus iniciales, AKK, para abreviar–, era desde el pasado febrero secretaria general de la CDU, puesto al que llegó amadrinada por Merkel y aureolada por victorias electorale­s y de gobierno en el land de Sarre, que gobernaba desde el 2011.

Si bien siempre respaldó dentro del partido la política de asilo aperturist­a de Merkel, en su reciente gira para defender su candidatur­a, Kramp-Karrenbaue­r hizo equilibrio­s entre ese respaldo y su propia postura de acelerar las deportacio­nes de extranjero­s con el asilo denegado. También defiende la expulsión inmediata de todo refugiado que cometa delitos, incluidos los sirios.

Pero frente a la propuesta clara de su rival Friedrich Merz de dar un vuelco derechista para recobrar votantes fugados hacia la ultraderec­hista Alternativ­a para Alemania (AfD), Kramp-Karrenbaue­r apuesta por “ampliar el centro”, para rescatar a esos votantes, y también a los que se les han ido a los Verdes. “En estos momentos difíciles, no deberíamos olvidar nuestros valores democristi­anos”, dijo la nueva líder de la CDU.

La otra protagonis­ta del congreso fue la presidenta saliente. A sus 64 años, Angela Merkel se despidió entre aplausos de un liderazgo político de 18 años hecho de sucesivas reeleccion­es desde su primera vez: el 10 de abril del 2000, en un congreso en Essen. En un emotivo discurso previo a las intervenci­ones de los tres candidatos en liza, Merkel dijo adiós a una platea en la que se veían muchos delegados levantando en alto carteles con la frase: “Gracias, jefa, por estos 18 años”. Algunos tenían los ojos húmedos.

“Sé que algunas veces he puesto vuestros nervios a prueba –dijo ella desde el estrado–. Ahora es el momento de empezar un nuevo capítulo. Ha sido un gran honor y una gran alegría.” Recibió una ovación en pie de nueve minutos, tal es el enorme respeto que conserva Merkel entre los suyos, pese a los últimos reveses electorale­s y pese a la controvert­ida decisión de abrir fronteras a los refugiados en el verano del 2015.

La líder que lleva 13 años de canciller y quiere seguir siéndolo tres años más tendrá ahora el soporte de Kramp-Karrenbaue­r, interesada­s ambas en que la CDU se recomponga y asiente para la próxima contienda electoral. Sin embargo, muchos analistas sostienen que en el 2019, los resultados de las elecciones europeas de mayo, y de los comicios regionales en tres länder del este después del verano, podrían obligar a Merkel a dejar la cancillerí­a.

El Partido Socialdemó­crata (SPD), socio de coalición de la CDU en el Gobierno federal, saludó con alivio la elección de Kramp-Karrenbaue­r. “Toma usted el relevo de una grande de la política”, declaró la presidenta del SPD, Andrea Nahles, y le propuso “una buena colaboraci­ón”.

Ante los dos derrotados ayer por Kramp-Karrenbaue­r se abren caminos dispares. Friedrich Merz, de 63 años, pudiente profesiona­l de las finanzas, exjefe del grupo parlamenta­rio conservado­r en el Bundestag entre los años 2000 y 2002, tenía el apoyo de un antiguo incondicio­nal de Merkel, Wolfgang Schäuble, actual presidente del Bundestag y antes poderoso ministro de Finanzas. La edad de Merz le coloca casi fuera de combate. El otro vencido, Jens Spahn, ministro de Sanidad, de 38 años, otro exponente derechista, tiene margen para proseguir su carrera política.

VICTORIA MUY AJUSTADA

La ganadora se impuso a su rival, el más derechista Merz, por sólo 35 votos más

ALIVIO PARA LA PREDECESOR­A La elección facilita el objetivo de la canciller de seguir en el cargo hasta el 2021

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MICHAEL SOHN / AP
 ?? THOMAS LOHNES / GETTY ?? Annegret Kramp-Karrenbaue­r, de 56 años, saludando ayer en el congreso de la CDU en Hamburgo, mientras Angela Merkel, de 64, aplaude
THOMAS LOHNES / GETTY Annegret Kramp-Karrenbaue­r, de 56 años, saludando ayer en el congreso de la CDU en Hamburgo, mientras Angela Merkel, de 64, aplaude

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