El primer derbi
El Barça quiere apuntalar el liderato, y el Espanyol, recuperar su línea
Barça y Espanyol se enfrentan en un partido en el que los culés buscarán la oportunidad de consolidar el liderato recién recuperado e iniciar un camino de regularidad en la Liga y los periquitos desquitarse contra el eterno rival de las tres derrotas seguidas justo cuando se habían disparado todas las ilusiones entre sus aficionados.
Podían estar más cerca si el Espanyol hubiera hecho los deberes en las últimas tres jornadas, pero el derbi de esta noche se presenta apasionante dentro del campo. Por ideas, intenciones y estilo de juego el encuentro se prevé competido, igualado y emocionante. Pocas veces en el pasado reciente el conjunto blanquiazul y el Barça han llegado al duelo de Cornellà en una situación menos desequilibrada, siempre dando el favoritismo por potencial y calidad individual a los blaugrana. De hecho, no se enfrentaban con tan poca diferencia de puntos (7) a estas alturas desde el 2007. Entonces Valverde dirigía al Espanyol y Rubi era el entrenador del filial blanquiazul.
Aunque el Espanyol nunca ha ganado en la Liga al Barcelona en su estadio desde que se mudó de Montjuïc ha conseguido que poco a poco su fortín se fuera tornando incómodo para su rival.
Sólo cabe recordar que la pasada campaña el Barça no pudo someter al Espanyol en su guarida ni en el campeonato, donde arrancó un empate a última hora con gol de Piqué, ni en la Copa del Rey, donde cayó derrotado, pese a que después remontó en el Camp Nou.
Para el Barça, el partido supone la oportunidad de consolidar el liderato que recuperó el pasado domingo y la ocasión de comenzar a marcar una línea de regularidad dentro de una Liga que es una montaña rusa para todos. Para el Espanyol, la cita representa una hoja en rojo en el calendario que le viene tras acumular tres derrotas seguidas justo cuando se habían disparado todas las ilusiones entre sus aficionados.
Desde ese punto de vista, los dos entrenadores han de manejar la pizarra con tiento. Ambos técnicos están unidos por un pasado de laboriosidad y de ir conquistando poco a poco sus objetivos. Los dos han trabajado como barcelonistas y como blanquiazules. Valverde siempre vive bajo la sospecha de ser un punto conservador para lo que se le exige a un entrenador blaugrana, mientras que Rubi está todavía subido en una ola de impulso tras haber transformado la psicología del vestuario blanquiazul.
El técnico españolista espera que la ambición de sus hombres no se haya visto afectada por los últimos malos resultados y plantea un partido valiente con el balón e intenso a la hora de defender. Mientras, el blaugrana pide a su equipo que retome la estabilidad de juego y de resultados.
Valverde recupera para esta noche a dos futbolistas, Luis Suárez y Arturo Vidal, pero sigue sin poder contar con Arthur, que no termina de ponerse a punto tras su sobreotra carga muscular. El técnico, que ha convocado a tres porteros tras los problemas físicos de Cillessen en las últimas semanas, maneja un once con varias opciones. De entrada, en la delantera ha de haber un descarte. Siendo fijos Suárez, si está en perfectas condiciones, y Messi, la plaza está entre Dembélé y Coutinho. El francés ha brillado más en los últimos partidos y, si juega, hará su debut en Cornellà, mientras que al brasileño le urge una actuación convincente porque de sus botas sale una melodía de tristeza en las fechas recientes. El estadio lo conoce bien Messi, que tiene cuentas pendientes porque en el recinto perico sólo ha metido dos goles en ocho partidos. Lejos pues de sus habituales registros.
En el otro lado del campo, Rubi, que introducirá cambios en su once con respecto a Getafe, puede disponer de Naldo y de Sergio García, restablecido de su lesión muscular ante el Girona, aunque no ofrecerá hasta hoy la lista de convocados. En este sentido, el defensa Mario Hermoso sufrió una contusión en la sesión de ayer.
Tanto el técnico catalán como Valverde han transmitido camaradería en las horas previas, y para este mediodía está fijada una comida en la casa Batlló liderada por Chen y Josep Maria Bartomeu. Pero una cosa es la necesaria diplomacia y otra lo que se pueda vivir en una grada que quiere alentar a su equipo de manera cálida. Es probable que la entrada sea buena en Cornellà, pese a que nunca se llena y pese al descenso de socios en el Espanyol. El pulso está servido.
EL MOMENTO
Los dos equipos no llegaban tan igualados a un cara a cara a estas alturas desde el 2007
SIN TENSIÓN PREVIA Diplomacia y buena sintonía entre técnicos y directivas; mientras, en la grada se prevé buena entrada
CON EL ALTA MÉDICA
El conjunto blanquiazul recupera a Sergio García, y el cuadro barcelonista, a Luis Suárez y Arturo Vidal