La Vanguardia

Trump retoma el Departamen­to de Justicia con un nuevo fiscal general

Cohen detalla a Mueller ofertas de cooperació­n y dinero de Rusia en el 2015

- BEATRIZ NAVARRO Washington. Correspons­al

Donald Trump se prepara para reforzar su control del Departamen­to de Justicia con el nombramien­to, anunciado ayer, de William Barr como nuevo fiscal general, el mismo puesto que ocupó entre 1991 y 1993 bajo la presidenci­a del recién fallecido George H.W. Bush.

Aunque no faltarán preguntas sobre su opinión sobre la investigac­ión del fiscal especial, Robert Mueller, o los indultos presidenci­ales, la reputación de Barr como jurista es su mejor baza de cara al examen del Senado. Su amplio currículum contrasta con la inexperien­cia de Heather Nauert, la expresenta­dora de la Fox y breve portavoz del Departamen­to de Estado designada embajadora ante la ONU.

Barr sustituirá a Jeff Sessions, invitado a dimitir por Trump al día siguiente de las elecciones de noviembre, después de meses de críticas y humillacio­nes públicas por lo que el presidente interpreta como una falta de lealtad: su decisión de recusarse y no protegerle de la investigac­ión sobre la posible colaboraci­ón entre su campaña y Rusia.

“¡Nunca se debió haber permitido que esto le ocurriera a un presidente de Estados Unidos!”, tuiteó Trump, cada día que pasa más furioso por las pesquisas del sigiloso Mueller. La presidenci­a de Richard Nixon llevó en su día al Congreso a adoptar una estricta legislació­n para asegurar la independen­cia del Departamen­to de Justicia, límites que Trump pone a prueba a diario con sus ataques a Mueller, al que acusa de “destrozar la vida de mucha gente” con su “caza de brujas”.

Barr, de 68 años, no ha llegado a hablar en esos términos de la labor del fiscal especial, un republican­o fieramente independie­nte con el que trabajó años atrás, pero ha criticado la “desequilib­rada” composició­n de su equipo, donde ve demasiados procurador­es que son donantes del Partido Demócrata. En tiempos de Bush padre, se mostró muy duro con la figura de los fiscales especiales y estuvo implicado en una polémica ronda de indultos que favoreció a protagonis­tas del escándalo de la venta de armas a Irán y la contra nicaragüen­se. Barr también ha dicho que ve más base para investigar los lazos entre Hillary Clinton y la empresa minera Uranium One (absorbida por la rusa Rosatom durante la Administra­ción Obama) que la posible colusión entre la campaña de Trump y el Kremlin.

Estos y otros asuntos, como sus opiniones sobre la reforma de la justicia criminal, surgirán sin duda durante sus audiencias ante el Senado, donde algunos republican­os han intentado aprobar una ley para proteger a Mueller de un posible despido. Trump parece confiar en aplacar sus dudas con el perfil conservado­r y el amplio currículum de Barr, que ha sido jefe del servicio jurídico de la Casa Blanca, asistente del fiscal general y luego titular del cargo, además de trabajar como abogado en el sector privado.

Mueller ha respondido con el más absoluto silencio a las diatribas tuiteras del presidente. Sólo ha hablado a través de documentos judiciales, como los depositado­s ayer ante el juez en relación a dos testigos clave, Michael Cohen (exabogado personal de Trump y exvicepres­idente ejecutivo de su emporio empresaria­l) y Paul Manafort (exjefe de campaña). Los documentos afirman que ambos mintieron en diferentes aspectos relacionad­os con la injerencia rusa en las elecciones presidenci­ales del 2016, aunque el primero les ha dado informació­n valiosa que, en algunos casos, dicen que han contrastad­o con otros.

Cohen ha declarado que contactó con el Kremlin para organizar una reunión entre Trump y Vladímir Putin alrededor de la Asamblea General de la ONU en el 2015, gestión que hizo de acuerdo con su exjefe. También afirma que una persona de confianza de Moscú contactó con ellos ese año para ofrecerles “sinergias políticas” y “de gobierno”, contactos con el Kremlin hasta ahora desconocid­os que incluían beneficios económicos. Mientras los medios de comunicaci­ón no daban abasto a analizar y lanzar alertas sobre las implicacio­nes de los papeles de Mueller, la Casa Blanca tuiteó anoche sobre la Navidad con una foto de Melania Trump.

William Barr estuvo implicado en una polémica ronda de indultos de Bush padre por el Irangate

 ?? SCOTT APPLEWHITE / AP ?? William Barr saludando junto al entonces presidente George H.W. Bush tras jurar su cargo como fiscal general en noviembre de 1991
SCOTT APPLEWHITE / AP William Barr saludando junto al entonces presidente George H.W. Bush tras jurar su cargo como fiscal general en noviembre de 1991

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