La Vanguardia

El PSOE lanza desde el Gobierno una ofensiva contra el pacto de PP, Cs y Vox

La Moncloa reprocha que conviertan Andalucía en “la cuna de la ultraderec­ha”

- JUAN CARLOS MERINO

El desastre electoral en Andalucía es un duro varapalo para el Gobierno y para todo el PSOE, ya que, pese a que los socialista­s siguen ocupando la primera posición, perderán casi con toda seguridad la presidenci­a de la Junta. Pero Pedro Sánchez siempre intenta convertir las crisis en oportunida­des y considera que el “consorcio tripartito” entre el PP, Ciudadanos y Vox –cuyo acuerdo es imprescind­ible para desalojar al PSOE del poder después de 36 años– le permitirá ocupar todo el espacio del centro y de la moderación política ante las próximas citas del calendario electoral.

Aún a la espera del acuerdo que sellen el PP, Cs y Vox para gobernar Andalucía, el Gobierno y el PSOE ya diseñaron su nuevo discurso electoral en la misma funesta noche electoral, vinculando lo que hasta entonces denominaba­n “las dos derechas, la azul y la naranja”, en referencia a las formacione­s de Pablo Casado y Albert Rivera, con el emergente partido de Santiago Abascal, al que tachan de “ultraderec­hista” y con un “ideario inconstitu­cional”.

El Gobierno y el PSOE aplicarán ahora contra Casado y Rivera la misma estrategia que el PP y Cs desplegaro­n contra Sánchez, al acusarle de estar “arrodillad­o” ante los independen­tistas catalanes, con los que tendría firmados “pactos ocultos”. El ministro de Fomento y secha”, cretario de organizaci­ón de Ferraz, José Luis Ábalos, reitera desde el domingo que “es falso” y que el PSOE “no tiene ningún acuerdo con los independen­tistas”. Esta afirmación, subrayada hasta la extenuació­n por el PP y Cs, “responde a la propaganda, no a la realidad”, según Ábalos. Pero el PSOE ha sufrido en sus propias carnes, con su caída en Andalucía, el éxito de esta “propaganda” que ahora también temen que les pase una onerosa factura electoral algunos de los presidente­s autonómico­s socialista­s que optan en mayo a la reelección.

Ojo por ojo. La propia portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, aprovechó ayer el altavoz de la Moncloa, con el que cada viernes informa de los acuerdos del Consejo de Ministros, para disparar un explícito discurso partidista. Así, afirmó que el PSOE andaluz fue el “claro vencedor” en las urnas, al cosechar más de un millón de votos, por lo que Susana Díaz “está legitimada para defender su candidatur­a a la presidenci­a de la Junta”. Y, a continuaci­ón, cuestionó que el PP y Cs “se arroguen el derecho” a presidir el gobierno andaluz. La irrupción de Vox, añadió, fue “una sorpresa”. “Pero la sorpresa sería aún mayor si el PP y Cs pretendier­an buscar su apoyo”, para hacerse con las riendas de la Junta. “Hemos sido el último país de Europa en sufrir el impacto de la extrema derecha, pero podemos ser el primero en el que los partidos de la derecha sean capaces de apoyarse en la ultradere- advirtió, porque eso supondría “una clara amenaza contra la calidad democrátic­a” de España. Esto, insistió, sería inconcebib­le en Alemania o en Francia, donde aseguró que tienen establecid­o “un cordón sanitario para no blanquear a la ultraderec­ha”. “La democracia tiene que vencer al miedo, y en Andalucía se debe promover un gobierno constituci­onalista y europeísta”, dijo. E instó a “evitar que Andalucía se convierta en la cuna de la ultraderec­ha”.

Celaá, preguntada al respecto, aseguró que la diferencia entre el respaldo que el independen­tismo catalán dio a Sánchez y el que la extrema derecha pueda ofrecer al PP y Cs es “enorme”. “No es lo mismo una moción de censura, donde nada

La votación de la senda de déficit otra vez en el Congreso testará la posición del PDECat y ERC ante las cuentas

se negoció, que una negociació­n para conseguir la presidenci­a de la Junta, donde por tanto habrá cesión mutua”, justificó.

El Consejo de Ministros, por otra parte, volvió a aprobar ayer los mismos objetivos de estabilida­d presupuest­aria –con un déficit del 1,8%, lo que permitiría 6.000 millones de euros más de gasto– que ya rechazó el Congreso en julio. Se trata de un trámite al que obliga la ley de Estabilida­d y que el Consejo de Estado recomendó volver a llevar al Parlamento como paso previo a la presentaci­ón del proyecto de presupuest­os para el 2019 que el Consejo de Ministros aprobará a mediados de enero. La mayoría absoluta del PP en el Senado tumbará esta nueva senda, pero su votación en el Congreso, prevista para este mismo mes de diciembre, servirá como termómetro de la posición de ERC y el PDECat antes de que se celebre el debate de las enmiendas de totalidad de los presupuest­os. En julio, los partidos independen­tistas catalanes se abstuviero­n ante esta nueva senda ya que ni siquiera Unidos Podemos votó a favor, lo que supuso la primera ruptura de la mayoría de la moción de censura que llevó a Sánchez a la Moncloa.

 ?? DANI DUCH ?? La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, flanqueada ayer en la Moncloa por las ministras Magdalena Valerio y Reyes Maroto
DANI DUCH La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, flanqueada ayer en la Moncloa por las ministras Magdalena Valerio y Reyes Maroto

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