En un lugar del Berguedà
El Castell de l’Areny ofrece productos de temporada
Hay lugares a cierta distancia de grandes poblaciones poco conocidos. Probablemente la mayoría de nuestros lectores jamás hayan visitado Castell de l’Areny, pequeña población del Berguedà cercana a Vilada, y deben ser pocos los que tienen referencias de ella.
Pere Massana i Rota nació en Vilada y su capacidad emprendedora y comercial sigue fluyendo por sus venas a sus 85 años. De muy joven se inició en un pequeño negocio familiar y posteriormente decidió explorar sus cualidades de eficiente vendedor dedicándose a la distribución de chorizos en Catalunya de la marca líder del sector. Las cosas le fueron bien.
Castell de l’Areny es una población que en 1857 llegó a tener 612 habitantes y pasó a sólo 41 en 1992. Su desaceleración era vertiginosa. Sus habitantes lo habían abandonado totalmente, y en 1966 Pere Massana junto con otros cinco matrimonios y un sacerdote deciden comprar todo el pueblo.
Se propusieron rehabilitar, poco a poco, cada una de las casas y adaptarlas para colonias. Los padres de los escolares solían acompañarlos, recogerlos o visitarlos y fue en 1972 cuando Maria Dolors Boix, esposa de Pere, decidió habilitar un espacio para avituallamiento de los visitantes.
Así comenzó, hace 50 años, una aventura que se ha basado siempre en productos de temporada y de cercanía y que evidentemente ha ido evolucionando. Semanalmente cambian platos de su carta. Setas y caza en temporada, escudella i carn d’olla todos los miércoles de invierno, atractivas ensaladas en los meses estivales, interesantes arroces de montaña, blat de moro escairat, etcétera. A menudo hacen la matanza y los productos de la misma son exquisitos, en especial la butifarra negra.
Se trata de un negocio familiar, ya que Oscar, Carlos y Jordi –hijos de Maria Dolors y Pere– atienden la sala, principalmente los fines de semana, y Pere Raja –su yerno– va tomando el relevo de Maria Dolors al frente de los fogones. Hagan una escapada a Castell de l’Areny. Está a poco más de una hora de Barcelona. Les encantará el pueblo, el paisaje y la gastronomía.