La Vanguardia

La romperrede­s del futuro

Tras ganar el Mundial sub-17, Claudia Pina quiere su primera Liga con el Barça

- CARLES RUIPÉREZ

Goles, goles y más goles... Bonitos y feos. Madrugador­es y postreros. Por la escuadra y por abajo. De cañonazo y a bocajarro. Limpios y de rebote. Desde fuera del área o desde dentro de la pequeña. De cabeza, con la derecha o la zurda. De volea o con la espinilla. Todos cuentan. Bien lo sabe Claudia Pina (Montcada i Reixac, 12/VIII/2001), toda una romperrede­s. Lo ha sido en el pasado, lo es en el presente y lo será en el futuro. “Siempre desde que juego he sido la que marca los goles”, se define. Y lo ha vuelto a demostrar en el Mundial sub-17 de Uruguay con 7 goles, entre ellos los dos de la final que dieron el primer cetro planetario al fútbol femenino español.

El gol es algo innato. Se tiene o no se tiene. Se puede entrenar pero sobre todo se lleva en las venas. Depende del juego y de la elaboració­n, pero a veces es cuestión de olfato, de oportunism­o. Tiene que ver con la calidad y la técnica pero también con la determinac­ión. Hay que saberse mover por el área, sin espacios. Por eso está tan codiciado, buscado y caro. Así que cuando aparece una futbolista que los marca de todas las facturas, los equipos se frotan las manos. Es lo que le sucede al Barcelona y, por extensión, a la selección española con Pina, que en infantiles marcó 100 goles en 20 partidos y en octubre del 2017 le hizo un siete a Montenegro.

“Para mí el gol es muy importante. Me gusta ayudar al equipo y marcar es mi forma de colaborar”, descubre Pina, que ayer se fotografió en la nueva Masia con su medalla de oro, el trofeo a la mejor jugadora del Mundial y la Bota de Plata del torneo. “Los premios me ponen contenta pero es un reconocimi­ento que merecemos todas”, se quita mérito.

A sus 17 años, la delantera no tiene reparos en reconocer que aunque no sólo es una finalizado­ra –un sombrero de espalda a una jugadora mexicana en la final, que se hizo viral, lo corrobora–, sí que tiene un sexto sentido para el remate. “De cara a la portería tengo suerte. Sea fácil o difícil, al final delante de la portería siempre me sale bien”, asegura con la misma serenidad con la que bate a las porteras rivales.

Su desparpajo y picardía en el campo se transforma en timidez con la prensa. Cuando sonríe se le ven los brackets y sonríe mucho desde que es campeona del mundo. Los ojos azules le brillan cuando recuerda el triunfo. “Siento una alegría inmensa. Tanta felicidad no se puede describir con palabras”, dice. Sobre todo porque para ella tuvo un efecto exorcizant­e, de liberación. “Tenía una medalla de bronce (Mundial sub-17 de Jordania en el 2016) y una plata (Mundial sub-20 en el 2018), me faltaba esta de oro. Tenía muchas ganas de tenerla”.

El trofeo corona un año 2018 muy especial para Pina. En enero se convirtió en la jugadora más joven en debutar con el primer equipo del Barça, al jugar un partido de la Liga Iberdrola con 16 años y cinco meses. En agosto la convocaron y jugó 5 partidos (1 gol) del Mundial sub-20 –cumplió los 17 allí, en Francia– pero España perdió la final por un claro 1-3. “En la final contra Japón sufrimos mucho. En Uruguay lo hemos podido conseguir al fin”, enlaza. Pese a su juventud, el Barça ya le ha dado ficha del primer equipo y en septiembre debutó en la Champions. El cuento podría tener una tercera medalla pero se perdió el Europeo de mayo por una lesión, aunque sus compañeras sacaron su camiseta con el número 10, que nadie vistió, en la celebració­n. Porque también ganaron, claro.

El Mundial le ha puesto en el escaparate. Ya tiene 49.500 seguidores en Twitter. Se ha convertido en referentes de las jóvenes que quieren ser futbolista­s. “A ver si se apuntan más”, brinda. “Sabemos que somos las primeras pero no sabemos cómo nos va a afectar. Nadie lo ha vivido antes en el fútbol femenino. La verdad es que no nos lo acabamos de creer”, dice. Lo que sí sabe es lo que le toca hacer de ahora en adelante. “Seguiré trabajando y entrenando duro para hacerme un sitio en el primer equipo”, se autorrecet­a, aunque nunca fue fácil para los de la casa hacerse un hueco en el ataque. Pero ella tiene claro que quiere triunfar. “¿Mi próximo sueño? Ganar mi primera Liga con el Barça sería un gran sueño”.

DEBUTÓ CON 16 AÑOS Y 5 MESES “Para mí el gol es muy importante; es mi forma de ayudar, delante de la portería tengo suerte”

 ?? XAVIER CERVERA ?? Claudia Pina posa para La Vanguardia con el trofeo a la mejor jugadora del Mundial sub-17 que España ganó y la Bota de Plata
XAVIER CERVERA Claudia Pina posa para La Vanguardia con el trofeo a la mejor jugadora del Mundial sub-17 que España ganó y la Bota de Plata

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