Medio siglo de Aute
Serrat, Sabina y Silvio Rodríguez, en el homenaje al autor de ‘Al alba’
De Serrat, Sabina y Silvio Rodríguez a Rozalén, Andrés Suárez y Marwan, pasando por Miguel Poveda, Pedro Guerra y Jorge Drexler. El homenaje que el mundillo de la canción dedicó ayer a Luis Eduardo Aute, titulado ¡Ánimo animal! –como una de sus obras–, reunió anoche a tres generaciones de artistas sobre el escenario del Wizink Center de Madrid. Y a miles de espectadores de muy diversas edades, también…, aunque con claro predominio de gente mayor en las gradas. El cantautor, pintor y cineasta, retirado desde el verano del 2016 a causa de un infarto, acaba de cumplir 75 años de vida y algo más de cincuenta de carrera.
Aute estaba “emocionadísimo y muy, muy, muy agradecido” ante la espectacular concentración de talento organizada para honrar su vida y su arte. Así se lo transmitió a todo el mundo su hijo Miki, que fue quien representó a su padre y a la familia en el gran pabellón de la capital española. El homenajeado no fue –explicó Miki– porque “el impacto habría sido muy fuerte para él”. Y es que los dos meses en coma y las intervenciones que sufrió después del ataque al corazón dejaron su rastro en Aute, que siguió el concierto a través de la transmisión preparada por el hijo.
Después del pase de un vídeo con pinturas suyas al son de Invisible ,la monumental dedicatoria al autor de Al alba arrancó con una presentación a cargo de su amiga Pastora Vega: “Eduardo empezó muchos conciertos con esta canción”, recordó la actriz. “Porque él quisiera ser invisible, para jugar a la pasión sin ser visto; para espantar tristezas y melancolías. Y eso es lo que vamos a hacer hoy aquí, con Eduardo invisible pero más presente que nunca: celebrar su música, su talante y su honestidad, pues jamás compuso una palabra en la que no creyera. Y escribió quinientas canciones en cinco décadas”, añadió Vega.
Con el ministro de Cultura, José Guirao, entre los asistentes, Ana Belén, Massiel, Dani Martín, José Mercé, Ismael Serrano, Luis Pastor, Vicente Feliú, Cristina Narea y Suburbano, además de los citados y por citar, fueron pasando por el escenario para testimoniar su reconocimiento y gratitud al tipo que entre los sesenta y los noventa plantó Rosas en el mar, creó un nuevo Aleluya, planteó el dilema Una de dos y utilizó la vieja excusa de que
Pasaba por aquí.
El concierto, con no menos de 10.000 asistentes, se calentó enseguida. Después de la versión de
¡Animo animal! de Suburbano, el público coreó cada estribillo y más de un tema completo. Pedro Guerra
(Pasaba por aquí) y Víctor Manuel
(Sin tu latido) elevaron la temperatura antes de que el Wizink Center entrara en ebullición con la versión de Al alba que sólo Rosa León podía y pudo ejecutar. Miles la acompañaron en el canto. Como luego a Massiel, con Rosas en el mar.
Hubo hasta una tamborrada de una cofradía de Calanda, a la que Aute dedicó su canción, Intemperie, en el 2010. Los platos más fuertes llegaron al final. Joaquín Sabina con Quién es Caín y quién es Abel, Joan Manuel Serrat con De alguna manera y Silvio Rodríguez con
Dentro, por este orden, cerraron el concierto con el personal ya como loco. Fue la primera de varias funciones, anunció Vega. Habrá réplicas en Barcelona, València y al otro lado del charco. Más Aute, por favor.
El cantautor, tocado por el infarto que sufrió hace dos años, no pudo asistir al homenaje que le brindaron 20 artistas