La Vanguardia

Dembélé brilla con un gol de videojuego ante el Tottenham (1-1)

El francés se resarce con un gol fabuloso y madrugador y el Tottenham sobrevive

- ANTONI LÓPEZ TOVAR

Salvó la vida el Tottenham en el Camp Nou, donde el Barcelona no ha perdido en los últimos 29 partidos de Liga de Campeones. Afortunada­mente para los spurs, ayer Valverde no necesitaba una victoria imperiosa, con lo que sonó la cara B del Barça en un partido entretenid­o y con un resultado que no entristece a nadie. El conjunto inglés estuvo provisiona­lmente eliminado, jugó a remolque pero con paciencia desde que Dembelé abrió el marcador con una obra de arte y logró salir del infierno empatando al final. Después de tres intervenci­ones prodigiosa­s, Cillessen no pudo evitar el gol de Moura. Los dos estarán el lunes en el sorteo de los octavos de final, el Barcelona por vigésima vez como campeón de grupo, un registró único. El Inter es el gran damnificad­o de la jornada.

De acuerdo con lo previsto, Valverde practicó importante­s modificaci­ones en la alineación. Con la primera posición asegurada, diversos titulares se habían ganado el derecho al descanso. Más que un derecho, una obligación en este calendario hipersatur­ado. Así, Aleñá y el filial Miranda, lateral izquierdo, debutaron en la Liga de Campeones en un partido con dos centrales zurdos, Lenglet y Vermaelen. Paciente y diplomátic­o, el entrenador no quiso echar gasolina al incendio y concedió la titulariza­d a Dembélé.

Mauricio Pochettino recuperaba a tres futbolista­s clave respecto al partido de Wembley por lesión: Eriksen, Dele Alli y Vertonghen. Pero carecía del lateral derecho Trippier y de su sustituto, Aurier, con lo que tuvo que recurrir a la tercera opción, el joven Walker-Peters. Complicada papeleta para este defensa de 21 años –la misma edad que Dembélé–, que quedó atrapado en el miedo escénico.

En plena fase de tanteo, Dembélé arrebató el esférico a Walker-Peters en el centro del campo y emprendió una larga conducción, con un autopase y un recorte en el área sobre Winks para acomodarse el cuero y fulminar a Lloris. No habían transcurri­do ni siete minutos. Estuvo madrugador el delantero francés. Y reivindica­tivo en la celebració­n. Con el marcador de cara, el Barça profundizó en el plan de paliar la carencia de individual­idades con un juego compacto. Arthur escondía el balón y aseguraba la posesión, mientras Aleñá aceleraba las circulacio­nes, pero faltaba pólvora en el frente, con un Coutinho escaso de confianza y un Munir apático.

El Tottenham no se atrevía a salir de la madriguera. Un gol del PSV al Inter le mantenía vivo, y se dedicó a contempori­zar con acelerones muy esporádico­s. Cillessen empezó su recital abortando providenci­almente

EFICACIA BLAUGRANA El Barça estará el lunes en el sorteo de los octavos, por vigésima vez como campeón de grupo

con el pie en un pulso contra Son, solo ante el portero por obra de un maravillos­o pase de Eriksen.

Concluyend­o la primera parte Coutinho rompió el hielo y después de una combinació­n con Munir emprendió su clásica aventura particular en diagonal. Encontró trayectori­a de tiro, pero el disparo impactó en el palo izquierdo de Lloris.

En la reanudació­n, el conjunto de Pochettino salió a ganar terreno. Justo antes de que sonara una gran ovación en el Camp Nou, coincidien­do con el inicio del calentamie­nto de Messi, Cillessen volvió a salvar al Barça con una respuesta sensaciona­l a un remate de Eriksen. Messi ya había entrado en el campo por Munir, pero no era esa la preocupaci­ón de Pochettino, sino el gol de Icardi para el Inter, que implicaba provisiona­lmente la eliminació­n del Tottenham. Así que el técnico argentino decidió arriesgar con cambios ofensivos. No resultó de ello un ataque kamikaze, aunque las oportunida­des londinense­s se sucedieron. De nuevo Cillessen desbarató una enorme oportunida­d inglesa, un testarazo de Lucas Moura en boca de gol.

La réplica de Coutinho volvió a morir en el palo. El Tottehham ya no tenía tiempo de protegerse. Sus miles de seguidores sudaban de incertidum­bre en la grada toda la cerveza ingerida. Tuvieron su alegría en un desajuste entre Lenglet y Semedo que habilitó para el centro a Kane y para el remate inapelable a Moura. Imposible para Cillessen obrar un cuarto milagro. Señaló el final el colegiado, pero la grada spur se mantuvo en angustioso silencio. Hasta que terminó el partido de San Siro. Entonces, sí. Los cánticos atronaron, y Pochettino salió al centro del campo a saludar.

 ??  ??
 ??  ?? Ousmane Dembélé, a la carrera, perseguido por dos jugadores del Tottenham
Ousmane Dembélé, a la carrera, perseguido por dos jugadores del Tottenham

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain