Varios muertos en un ataque terrorista a un mercado navideño de Estrasburgo
Un individuo fichado por su radicalización disparó contra la multitud
Al menos dos personas fallecieron y una docena resultaron heridas anoche, después de que un hombre abriera fuego cerca del mercado navideño de Estrasburgo. El atacante fue identificado por la policía como un delincuente común de la zona, fichado anteriormente por su radicalidad religiosa. El Parlamento Europeo, en sesión plenaria, fue cerrado por seguridad.
Un hombre armado abrió fuego anoche cerca del mercado navideño de Estrasburgo. Al menos dos personas murieron y una docena resultaron heridas. La policía logró identificar al autor de los disparos, un individuo de 29 años, nacido en la misma ciudad alsaciana y fichado por la policía por su radicalización religiosa y por delitos comunes. Según algunas fuentes, el presunto terrorista, cuyo domicilio había sido registrado por la policía ayer mismo por la mañana en relación con un atraco sin que él fuera localizado y en el que se habían hallado granadas, se atrincheró en la zona y herido por disparos de un soldado de la operación Sentinelle. La Fiscalía de París, encargada de los casos de terrorismo, decidió asumir el caso.
El mercado de la capital alsaciana, uno de los más antiguos y visitados de Francia, había sido objeto en el pasado de amenazas terroristas, por lo que el dispositivo de seguridad era elevado. La noticia le llegó al presidente Emmanuel Macron justo cuando recibía en el Elíseo a los parlamentarios de su partido, La República en Marcha (LREM), a quienes quería informar directamente de las medidas tomadas para contener la protesta de los chalecos amarillos. El ministro del Interior, Christophe Castaner, abandonó precipitadamente el palacio y pensaba desplazarse cuanto antes a Estrasburgo para seguir los acontecimientos.
En cuanto se supo del ataque, se ordenó a la población de los barrios del centro que permaneciera en sus casas. Los restaurantes y otros locales cerraron sus puertas. La zona conocida como Grande Ile, el centro histórico de Estrasburgo, fue tomada rápidamente por las fuerzas del orden.
La acción terrorista, que al parecer fue obra de un hombre que actuó en solitario, se produjo en plena sesión plenaria del Parlamento Europeo. El portavoz de la Eurocámara, el catalán Jaume Duch, informó de que el edificio había sido cerrado y que, hasta nueva orden, nadie –ni diputados ni personal administrativo– podía salir.
Francia se halla en alerta terrorista desde la ola de graves atentados yihadistas que empezó en el 2015 y que, hasta ayer, había causado más de 240 muertos. En marzo pasado hubo un ataque en Trèbes, cerca de Carcasona. Dos meses después, otra acción se produjo en el
distrito parisino de la Ópera, donde un hombre armado con un cuchillo atacó a gente en plena calle.
En Estrasburgo se puso en marcha el plan blanco, el dispositivo que obliga a los hospitales a interrumpir su programa ordinario y a prepararse para recibir heridos. La posibilidad de un atentado terrorista se había evocado en las últimas semanas, por el mismo ministro Castaner, como argumento disuasorio ante las manifestaciones que los chalecos amarillos han organizado, cuatro sábados consecutivos, en París y las principales ciudades francesas. Castaner advertía que, en caso de ataque terrorista, el país se hallaría en peores condiciones de responder, debido al alto número de fuerzas del orden movilizado para hacer frente a los disturbios.
Los hechos de Estrasburgo afectarán a los planes de los chalecos amarillos más radicales, que quieren volver a París este sábado. Con una alerta antiterrorista reforzada, cuesta imaginar que los activistas se arriesguen a mantener la convocatoria. El Gobierno tendrá más autoridad moral y política para impedir concentraciones en la capital.
La acción se produjo en plena sesión plenaria del Parlamento Europeo, que quedó cerrado